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Mostrando entradas de septiembre, 2013
Algo que no te dije.
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Hoy comenté que quería irme, dije que quería hacer las cosas bien para tener dinero y huir lejos, dije que quería aprender, y que quería poner ese poema en la puerta del baño. Pero hay algo que no te dije... No te dije que quiero huir, pero contigo, que quiero despertarme cada día a tu lado y con la certeza de que estarás ahí cuando vuelva del trabajo, quiero darte un beso de buenos días y prepararte el desayuno, una taza de café y unos cuantos besos, quiero vernos para comer y hablar de lo que pasa en nuestros trabajos, quiero llegar muy cansada de noche y tomar una ducha juntos, que me enjuagues el cabello mientras me cuentas tu día y hacer el amor como si cada día fuese la primera vez. No te dije que quiero cenas en el sofá, entre risas y comentarios absurdos, no te dije que quiero jugar a la consola contigo antes de dormir, o leer en silencio, hacer las compras los sábados, discutir de que color pintar la casa, contigo quiero París, Roma, Madrid, Bali... contigo quiero una famil
La necesitaba
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La ansiedad lo consumía, necesitaba verla, necesitaba saber que ella estaba ahí y que aún lo amaba, necesitaba tenerla entre sus brazos, ese frágil y pequeño cuerpo que albergaba aquella mujer fuerte de cabellos desordenados. La veía sonreír, con sus formas elegantes y sus movimientos lentos, con su cara adormilada y su risa alegre y sincera, la veía sonreír y su alma se encendía. Pero ella estaba lejos, y su risa, sus maneras, sus movimientos y su felicidad estaban con ella, y él la necesitaba, casi tanto como un alcohólico necesita una botella de ron, o como un drogadicto necesita su dosis diaria, él quería tenerla, besarla, estrujarla entre sus brazos, que ella supiera -y que nunca olvidara- que era suya y nada más. Pero no era suya, eso era lo que la hacía hermosa, que no terminaba de ser suya, porque él podía tenerla, besarla, hacerla reír, llorar, y gemir, pero ella podía irse cuando quisiera, podía no estar, ella no era suya, porque no es tuyo nada de lo que amas, y a él no l