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Mostrando entradas de diciembre, 2013

¡Feliz 2014!

¡Feliz 2014! Espero que tengan un próspero, éxitoso y muy alegre año nuevo, recuerden que aunque parece un día más, mañana empieza la cuenta, son 365 oportunidades para sonreír y hacer algo por ti y por los demás. Mi 2013 no empezó de la mejor manera, y desde el principio lo consideré uno de mis peores años, lo juro, pero de Julio para acá me ha traído muchísimas sorpresas, de verdad agradezco cada una de las cosas que me pasaron este año, y estoy sumamente feliz. Agradezco de corazón a todas las personas que estuvieron conmigo, y a los que conocí este año, agradezco todo lo que aprendí, lo que crecí y lo que maduré. Pido disculpas a todos los que hice sufrir o pasar un mal rato, y perdono a los que me lo hicieron a mí, espero que el 2014 me traiga nuevas amistades y nuevas oportunidades. Que los Dioses del olimpo iluminen su camino... ¿No? Ok, que las musas estén presentes en su año, y les regalen cada día un poco de arte, recuerden apreciar todo más detenidamente y vivir de maner

Corto, corto para el alma.

"Y creo en mí, puesto que sé que alguien me ama." ¿Cómo saber que alguien te ama? ¿Cómo saber que ese alguien te ama? Yo creo en mí, porque siento que alguien me ama, no lo sé, no puedo estar segura, pero lo siento, juro que lo siento.  Y al fin y al cabo, no hay manera de saberlo, sólo queda dejarse llevar, flotar sobre una roca en medio del mar de lava hirviendo, a sabiendas de que se derretirá tarde o temprano, pero confiado porque no te estás quemando, e ignorando el acabose que se avecina, abrazándo al otro y sonriendo en medio de la balacera que es la vida.

¿Cómo llamarle?

Corrí sin saber a dónde iba, con lágrimas en los ojos, me ardían las piernas y el dolor era insoportable, pero no tanto como el dolor y el miedo que me daba quedarme, corrí hasta que no pude más, y caí de rodillas en el piso frío, llorando, sola, rota... Después de un tiempo dejé de llorar, me abracé a mi misma, y luego sólo me acosté en el piso frío, con la mirada perdida, respirando pausadamente, me levanté con cuidado y comencé a caminar sin prestar atención a nada, ignoré el mundo, puse muros a mi al rededor, huí de todo lo que parecía prometedor, una posible amenaza.  Y llegaste tú. Traté de huir, juro que traté de huir, pero asomé la cabeza, por pura curiosidad, y con tu mirada sincera hiciste que perdiera los papeles, poco a poco fui rompiendo mis muros y te di todo, todo. Ahora estoy aquí, frente a ti, enamorada, vulnerable, insegura, tuya. Sólo tuya. Y si vuelve a suceder lo mismo ¿Qué más da? Vuelvo a correr, vuelvo a llorar, vuelvo a caer y vuelvo a levantarme, pero qu

El club de los poetas suicidas: Antonia Pozzi.

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Ingiere una sobredosis de fármacos en su casa de Milán el 3 de diciembre de 1938. "Una mujer en prosa, soy ya/ ... se acabó el rito." La efímera Antonia Pozzi...  PRADOS "Tal vez ni siquiera es verdad lo que en tu corazón oyes gritar a veces: que esta vida es nada para tu ser y lo que conocemos como luz es un deslumbramiento, deslumbramiento último de tus dolientes ojos. Acaso sólo es la vida lo que el saber en días jóvenes: anhelo eterno que busca, de cielo en cielo, quién sabe qué horizonte. Somos como la hierba de los prados que siente sobre sí soplar el viento y canta plena en el viento y vive siempre en el viento y sin embargo no supo crecer de forma que aquietase aquel vuelo supremo ni levantarse de la tierra para anegarse en él." Antonia Pozzi.