Los que se van.
Hoy, una amiga cercana anunció que se iba del país, dijo que ya no podía más, que esta situación cada vez era más crítica y que cada día se le hacía más difícil sobrevivir. Se me rompió el corazón y los ojos se me llenaron de lágrimas, ella me dijo que por favor no llorara, que ella también me iba a extrañar. Pero yo no lloraba sólo porque la voy a extrañar. Lloraba porque después de tanto tiempo, me toca a mí, me toca despedir a alguien a quién aprecio, me toca darme cuenta de que todos se van, de una u otra manera se van, porque en este país la vida se está volviendo imposible. Lloraba porque pensaba en mi vida aquí, mi vida de estudiante universitaria que cada día es más difícil, mi vida y la de tantos millones de venezolanos, donde los examanes pasan a segundo plano, porque nos tenemos que levantar pensando "¿Será que hoy hay clase?" "¿Será que el profesor si va a ir o aún estará de paro?" "Ojalá no me roben saliendo de la facultad" "¿Compro c