Siempre juntos.

Estos últimos meses me parece que en mi camino se han puesto diez mil señales, en el trabajo nos hicieron ir a una conferencia sobre el cambio en la juventud y todo ese tema tedioso de que hacemos todo mal, pero la verdad es que creo que fueron las dos horas mejor invertidas de mi año, la conferencia fue buenísima en general, pero la parte que más me sorprendió fue la parte del amor y el compromiso, me dio un poco de tristeza darme cuenta de que mi generación simplemente no puede comprometerse, le huye al compromiso, es como si no pudiera amar a una sola persona, como si temiera verse tonta por estar enamorada.
Estoy entrando a una relación nuevamente, luego de un tiempo de estar sola y de intentar conocerme a mí misma, pensar lo que quería, lo que sentía que me convenía y sobretodo comenzar a amarme, porque había perdido mucho de mí en el año anterior, en fin, cuando comencé esta relación me di cuenta que empecé a amarlo esperando que me fallara, esperando el final, porque para mí, indudablemente tenía que llegar, y me di cuenta que cuando tuve mi primera relación seria, yo de verdad pensaba que iba a durar para siempre, me refiero a que yo esperaba que durara, nos veía casados, con dos pequeñines corriendo de lado a lado, ¿por qué con él no? ¿acaso no lo veía en un compromiso? No era eso, es que simplemente me acostumbré a lo inconstante, a lo que está de paso, y creo que nos sucedió a todos.
¿Por qué no estamos en una relación pensando que va a durar para siempre? Alguien me respondió que le aterraba la idea de tener sexo con la misma persona por el resto de sus días, me parece que esa persona no conoce el amor, porque yo amaría hacerlo con él cada día hasta morir de vieja (o de colesterol, porque como muchas papas fritas, lo que pase primero)
En la conferencia, el conferencista nos contó su historia personal, él conoció a su actual esposa, ella lo rechazó todas las veces que es posible rechazar a un hombre, pero cuando por fin decidieron salir, él le demostró que era valía la pena, poco a poco la fue enamorando, con detalles, con paciencia, haciéndola amarse antes de amarlo, demostrándole que ella era una princesa y tratándola como tal.
Soy muy partidaria de la igualdad, por lo tanto creo que el hecho de sentirte como una princesa no te impide tratar a tu pareja como un Rey, y no comprendo como hay hombres que soportan malos tratos de sus novias/esposas. 
En fin, cuando tenían apenas un año de relación, él le pidió matrimonio y ella dijo que sí, y siguen casados, sus amigos le dijeron que estaba loco, apenas la conocía y eran muy jóvenes, pero ambos sabían en su corazón que Dios había puesto al otro en sus caminos para amarse hasta morir. 
¿Por qué nosotros no pensamos esas cosas? 
Leí ayer que en esta cultura de información, siempre tenemos la idea de que tenemos más opciones "Si se burla de mí, lo termino y me voy con otro" "Si fastidia demasiado, lo termino y me voy con otro" desechamos lo que creemos que no sirve, como los consumistas que somos, sin darnos cuenta que cada persona con la que estás se lleva un pedazo de ti ¿Y qué si al final, cuando consigues a esa persona que va a estar contigo toda la vida eres un ser incompleto y no tienes nada que darle, porque todos se han llevado pedazos de ti?
Siempre he sido muy cursi, había perdido eso con el paso del tiempo y me doy cuenta que a mi al rededor hay gente tan herida que teme dar más de lo que recibe, todos con ese cuento de que son "lacras" creen que se la comen, y cuando empiezan una relación joden antes de ser jodidos, porque no quieren ser el tonto al que engañaron, prefieren ser el astuto que engañó, sin darse cuenta que lo hacen simplemente por miedo e inseguridad, como si estuviese mal hacer las cosas bien y que te jodan, es una filosofía absurda.
Y yo me pregunto entonces ¿no hay nadie que quiera hacer las cosas bien? ¿no hay nadie que realmente se entregue? 
No puedo asegurarte que no voy a herirte, porque no soy perfecta, pero te seré fiel, seré sincera e intentaré enamorarte todos los días mientras me quieras en tu vida, confiaré en ti y espero que confíes en mí, y si algo se daña, prometo que intentaremos arreglarlo, prometo perdonarte por tus errores, porque sé que no eres un ser perfecto, pero si te ofrezco fidelidad, no espero menos de ti. 
Prometo incluirte en todos mis planes, porque ya no quiero ser la pequeña solitaria que era y aunque defiendo mi independencia, acepto tu ayuda y tu apoyo con los brazos abiertos, porque aunque puedo caminar sola, decidí que quiero caminar contigo, y si te caes, te ayudo a levantar, y si te detienes, hablaremos sobre seguir, hasta que te des por vencido, o hasta que la muerte nos alcance, lo que pase primero.
Prometo amarte, valorarte y respetarte. 
Prometo olvidar el pasado, tanto el tuyo como el mío, porque lo realmente importante, es lo que estamos viviendo ahora. 
Solucionaremos los problemas y celebraremos los éxitos, siempre juntos.

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