Busqué
Busqué tanto,
incesablemente, incansablemente.
Busqué en un par de ojos marrones, míopes.
Busqué en unas manos llenas de callos.
Busqué entre brazos fuertes tatuados.
Entre piernas anhelantes y barbas espesas.
Busqué incansablemente,
en libros, en telas, en música y letras.
Busqué en tantos sitios, tantas veces, de tantas formas,
y no me hallaba
Entonces lloré,
y lloré tanto,
incesablemente, incansablemente…
Hasta que el llanto se hizo tan habitual,
que no sabía cuándo estaba llorando.
Y seguí buscando.
Sin darme cuenta,
que yo misma
era la medicina.
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