Moda y política.

Gilles Lipovetsky define la moda como “una búsqueda frenética de la novedad, y una forma de venerar el presente.” ¿Y si el presente es turbulento y polémico lo es también la moda?

A lo largo de la historia hemos sido capaces de saber mucho sobre una sociedad basándonos en su vestimenta, la forma en que viste una persona, en cualquier contexto histórico, puede decirnos mucho sobre su origen, posición social, poder adquisitivo, religión, etcétera. La moda siempre ha estado presente. Desde el inicio de la civilización, la ropa ha sido necesaria para la supervivencia del hombre, al principio con fines únicamente prácticos (proteger el cuerpo del frío o del sol) y luego, con fines estéticos, jerárquicos y sociales.

Con el tiempo, la vestimenta, y la moda en general, se convirtieron en una forma de expresión, no sólo del individuo, sino del colectivo, a través de la ropa podemos decir mucho más de lo que pensamos, una prenda puede ser un grito de protesta, un sinónimo de libertad, una obra de arte o el inicio de una revolución.

Decir que la moda es ajena a la política, a los movimientos sociales o a cualquier evento de nuestra cotidianidad es una afirmación muy limitada, hoy quiero contarles algunas de las formas en las cuales la moda ha sido parte de la expresión política y en general, de nuestra historia como sociedad.

La moda y la primera república.

La Revolución Francesa es uno de los eventos que marcaron la historia de la humanidad, y los llamados Sans-Culottes fueron una parte crucial en ella, la expresión se traduce literalmente como “sin calzoncillos” y era una forma de diferenciarse de los sectores más altos de la sociedad y los miembros de la monarquía, quienes usaban una prenda llamada “culottes” que eran básicamente pantalones cortos, mientras que la clase obrera, usaba pantalones largos y holgados, además de diferenciarlos hablaba mucho del ideal que perseguían los revolucionarios, una Francia con más libertades.

Posteriormente, una vez formada la primera república francesa, surgieron los Incroyables et Merveilleuses, quienes crearon una subcultura de moda aristocrática, les gustaba vestir de forma excéntrica y reveladora como una forma de quejarse de la nueva sociedad austera que traía la república.

Give Women Vote (Green, White, Violet)

La lucha sufragista es una de las más famosas y polémicas de la historia, el voto femenino no fue un regalo, las mujeres lucharon por él con uñas y dientes. Una de las más importantes marchas por el sufragio femenino se dio en Washington D.C el 3 de marzo de 1913 y como herramienta propagandística, se creó un código de colores, verde, blanco y violeta, la primera letra de cada color era también la inicial de las palabras Give Women Vote, (denle el voto a las mujeres), además el Movimiento se caracterizaba por la acción revolucionaria de dejar de lado el corsé victoriano y los vestidos incómodos para optar por vestimentas más holgadas y hasta “masculinas” para la sociedad tradicional de la época, razón por la cual eran estigmatizadas. Hace cien años ¿no hemos avanzado nada? 

Berets.

Las boinas siempre me traen malos recuerdos, pero es una prenda icónica si hablamos de moda política. A pesar de ser asociado por algunos a la cultura francesa, y por otros a varios líderes izquierdistas, la boina es una prenda muy antigua, empezó a implementarse en uniformes militares en algún momento entre el siglo IX y X y desde ahí se convirtió en un accesorio emblemático en la escena política y bélica.

Uno de los más asiduos usuarios de esta prenda es el infame líder de la izquierda cubana, Ernesto Guevara, cuya foto más famosa, impresa en cualquier cantidad de mercancía alrededor del mundo, es esta, en la cual está usando su famosa boina.

Colores.

El uso de colores para representar un movimiento ya lo vimos arriba, pero no sólo en la lucha feminista ha sido usado el color como herramienta política, el uso de hoodies negros en las protestas contra el abuso policial han sido parte del movimiento Black Lives Matter, los emblemáticos chalecos amarillos fueron un símbolo en las protestas en Francia en 2018 por el aumento de combustible, las mujeres vestidas de negro para los Golden Globes de 2018 para protestar en contra de las agresiones sexuales en la industria del entretenimiento o las congresistas estadounidenses vestidas de blanco para demostrar su unidad en el compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres son sólo algunos de los momentos en que hemos visto el uso del color en la vestimenta como forma de protesta.

Los Panteras Negras

La boina se hace presente otra vez, acompañada de chaquetas de cuero y puños cerrados, los panteras negras, un grupo de izquierda defensor de los derechos de los afro estadounidenses, tomó la moda y en especial esta estética como una forma de identificarse.

El nacimiento de este movimiento fue, no sólo un hito social sino cultural, tenían un estilo propio y definido que los caracterizaba de otros grupos, para muchos, esta época fue la primera vez que se puso sobre la mesa el término de “estética negra” en un entorno más urbano y político. Aunque fue un colectivo sumamente polémico, y algunos de sus miembros siguen tras las rejas, el impacto de este movimiento en la política y, para nuestro interés, en la moda, es innegable.

A pesar de que podemos pensar que la moda es una banalidad, la verdad, es que  ha sido significativa en el crecimiento de nuestra sociedad desde tiempos remotos, la ropa como forma de expresión o de arte es algo que vemos a diario en los medios de comunicación y redes sociales, pero la moda como estrategia política y como forma de protesta no siempre es fácil de reconocer, a veces, se da de forma espontánea, otras veces llega a ser una mera estrategia de marketing, sin embargo, está siempre presente.