La historia de mi colillas.

Cada una de las colillas de mis cigarrillos son historias nuevas por contar, quizá no cosas impresionantes, pero si bastante tristes, ellas caen olvidadas tras cada cigarrillo que se posa en mis labios, una a una escuchan mi vida, mientras hablo conmigo misma de lo fracasada que he sido, cada lágrima mis colillas la lloran conmigo, para mi no es un vicio, es lo más interesante que pasa por mi vida, todos dicen que es quizá el vicio más asqueroso que tengo, ellos no me escuchan como lo hacen mis colillas.

¿Por qué no puedo verme como esas mujeres elegantes que fuman y sin embargo se ven hermosas? No, soy yo la que se ve vulgar con un cigarrillo en la boca, pero ellas día a día me ven cuando tomo café, son quienes me acompañan a escribir, más de uno quisiera escuchar, lo que mis colillas tienen para contar.