Medianoche.
Si, inspiración de madrugada, inspiración de cuando tienes frío y necesitas un café y a esa persona. Entonces comienzas a pensar en el futuro, en el pasado y el presente, en hadas, en perros con bigotes, en una gran cantidad de imposibilidades, y te sientes inquieta y a la vez atorrante, ingenua y débil en un cuadro desvirgado, como una vulnerable obra de arte que las personas no aprecian por parecer abstracta y vulgar.
Después de la media noche comienza la magia, los artistas son mejores, el alcohol es mejor e incluso las letras se transforman en frases que a su vez se transforman en una prosa que comienza a asomar una literatura hermosa, pero después te das cuenta que no tienes talento, que tu único talento es ser un completo idiota, soñar, ¡CREER! y te quejas y lloras, y piensas que jamás triunfarás, pero sabes que eso es parte de ser buen artista, escribir rápido pensando que se te van a escapar las palabras, no pensar en nada más, sólo en las letras, es ese el lado malo de los escritores se basan demasiado en las palabras, quizá si está escrito es mejor, más creíble, y entonces comienzas a respirar rápido, a soñar, a amar y se te olvida todo lo demás y lo único que haces, que piensas es en teclear, clack, clack, el sonido del placer, o el lápiz contra la hoja, una hoja de papel en blanco.
Sabes que eres escritor cuando ver un espacio en blanco te causa ansiedad, ganas de correr y escribir y escribir y ¡ESCRIBIR! Y no parar hasta que tus muñecas no funcionen, es amar, es escuchar cada palabra en tu mente y armar toda una historia...
Esta fue mi inspiración de media noche.
Después de la media noche comienza la magia, los artistas son mejores, el alcohol es mejor e incluso las letras se transforman en frases que a su vez se transforman en una prosa que comienza a asomar una literatura hermosa, pero después te das cuenta que no tienes talento, que tu único talento es ser un completo idiota, soñar, ¡CREER! y te quejas y lloras, y piensas que jamás triunfarás, pero sabes que eso es parte de ser buen artista, escribir rápido pensando que se te van a escapar las palabras, no pensar en nada más, sólo en las letras, es ese el lado malo de los escritores se basan demasiado en las palabras, quizá si está escrito es mejor, más creíble, y entonces comienzas a respirar rápido, a soñar, a amar y se te olvida todo lo demás y lo único que haces, que piensas es en teclear, clack, clack, el sonido del placer, o el lápiz contra la hoja, una hoja de papel en blanco.
Sabes que eres escritor cuando ver un espacio en blanco te causa ansiedad, ganas de correr y escribir y escribir y ¡ESCRIBIR! Y no parar hasta que tus muñecas no funcionen, es amar, es escuchar cada palabra en tu mente y armar toda una historia...
Esta fue mi inspiración de media noche.
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