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Mostrando entradas de julio, 2012

Un tabaco y un saxofón.

París... ahí estaba yo, sentada, en la barra de aquel bar, con un vestido negro y zapatos rojos, una boa que combinaba con los zapatos bordeaba mi cuello, un sombrero que no dejaba ver mis ojos... fumando un cigarrillo y bebiendo un trago, sola, recordando mis desdichas.  Entonces entró un hombre de traje negro... en su sombrero elegante con una pluma, en su mano derecha un tabaco y en la izquierda... un saxofón. Lo miraba desde la barra, subió al escenario, dejó su tabaco y comenzó a tocar el instrumento, aquel sonido recorrió mi cuerpo, me estremeció y me levanté de mi silla, aún con mi cigarrillo en la mano, me paré justo frente al escenario me quité mi sombrero, y dejé caer mis rizos dorados sobre mis hombros, y me dejé llevar por aquella melodía de los Dioses, bailaba al son de aquella música, entonces el hombre paró de tocar, se quitó su sombrero dejando ver su cabellera negra, se acercó a mí y besó mi mano, me miró a los ojos y en ese momento sólo estábamos él y yo en aquel bar

El famoso tema...

Mil veces te lo dije "No quiero cerrar mis ojos, no quiero caer, no quiero soñar", pero tu insistías diciendo "Sueña, confía en mí" al final del día me convenciste y me entregué casi completamente a ti, un día me enamoré de ti... sé que me enamoré porque vi París en tus ojos. París, esa ciudad que desconozco, que es ajena a mí pero que me pertenece tanto como yo le pertenezco.  Luego de que me elevaste al cielo me dejaste caer, y no poco a poco, rápida y violentamente, yo sólo caía y caía aunque no veía el suelo (Y aún no lo veo), sabía que la caída sería dolorosa, pero tenía la esperanza de que me esperaras al final... aunque una parte de mi decía que estarías mirándome y riéndote desde arriba... lo más doloroso de la situación no se da cuando estoy sola... todo lo contrario, cuando todos me miran con lástima, como si supieran que muero por dentro, como si se sintieran mal por mí "ella lo amaba"... quizá lloro en silencio, quizá no puedo quitar tus dibuj

Bi O Gra fí a.

Un diez de septiembre del año 1997 asomó la cabeza a este mundo una niña, destinada obviamente a la grandeza pero demasiado pequeña para ser notada, demasiado rara para ser aceptada y demasiado torpe para ser escogida.  Con rizos rubios que me colgaban detrás de las orejas comencé a descubrir el mundo, aprendí a correr y a llevar todo con rapidez, aprendí que la vida se pasa rápido y que nada dura para siempre cuando mis chocolates no duraban diez minutos, y con las mejillas llenas de helado caminé de la mano de las mujeres que marcaron mi vida. Un día mi madre decidió que estaba lo suficientemente grande para subir sola a un autobús y entonces me di cuenta que el mundo es un lugar sucio, que las personas escupen y que nunca, repito: NUNCA te sentarás junto a un tipo sexy que te dará su número... nunca.  Casi actriz, casi escritora, casi humana e intento de mujer, irreverente, nací desnuda y por donde nacen ustedes pero con más estilo, y así crecí y así llegué hasta aquí, donde

Lo ha dicho Marilyn.

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Si lo dijo Marilyn, entonces es sabio. "Soy egoísta, impaciente, y un poco insegura. Cometo errores, pierdo el control y a veces soy difícil de lidiar. Pero si no puedes lidiar conmigo en mi peor momento, definitivamente no me mereces en el mejor."  "No quiero hacer dinero, sólo quiero ser maravillosa" "El sexo forma parte de la naturaleza y yo me llevo de maravilla con la naturaleza"   "Ojalá que la espera no desgaste mis sueños" "Es mejor estar sola que infeliz con alguien"  "Me gusta estar totalmente vestida, o si no... totalmente desnuda, no me gustan las medias tintas"

Hablemos de guerra.

A purgar la tierra que está llena de basura, de odio, de mentiras, de hombres que no tienen respeto, de personas sin moral, creen que la humanidad está a su disposición...  Un hongo de odio que se expande, cayó una bomba que acabó con todo, creyentes murieron, con una bala perdida, te dispararon, te dijeron que todo por lo que habías luchado estaba mal y te intentaron ultrajar, si las balas no te asesinan, te hieren, movemos nuestras banderas al son que nos toque el hombre, grandes monstruos verdes que escupen fuego vienen tras nosotros, blasfemando, escupiendo.  Somos hombres y mujeres con carteles en el cuello, carteles que dicen lo que queremos, y los árboles lloran por la humanidad perdida y el cielo cambia de color, somos un alfiler, ellos un martillo, somos lágrimas, sonrisas, somos juventud perdida, indiferente a la vida.  No nos importan los problemas, no nos damos cuenta, ponemos argumentos, quizá no somos demasiado jóvenes, quizá aún tenemos esperanzas. Somos una pintura a

Ese espeso líquido carmín.

Ahí estaba ella, totalmente destrozada fumando en la tina, era obvio que no debía involucrarse con un hombre de la mafia, son fríos, no tienen sentimientos, sólo piensan en dinero, ella no quería eso de él, tenía tanto dinero como quería, esa noche cambió toda su vida, pensó en esa mujer rubia de ojos azules que tenía una pluma roja en su frente, esa mujer que estaba besando los labios de su amado esa noche dejando en rostro un labial rojo como la sangre misma, pensó tantas maneras de asesinarla ese día...  Esa noche se armó de valor y se puso un largo vestido rojo, zapatos altos y se  pintó sus labios, estaba llena de ira, impotencia, dolor, traición y tanta rabia como era posible tener. Le dijo a su chofer que la llevara a esa casa que algún día pensó que iba a ser suya y ahí estaban los dos, haciendo el amor en la misma cama donde lo hizo con ella, esto pudo más que su cordura, toco el timbre y uno de los sirvientes abrió, ella disparó sin poner expresión alguna en su rostro, subi

Quita el corcho, llena la copa.

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Aquí estamos, frente a frente y entre nosotros sólo esas cosas llamadas recuerdos, saca la botella, quita el corcho, llena la copa, tomemos vino para pasar las penas. Sonríe, enciende otro cigarrillo, que se acumulen cenizas como ilusiones en tus ojos, soy esa persona que te escucha, deja que el humo invada tu mente, piensa obscenidades, hoy somos tú y yo, no hay nadie más, saca otra botella, quita el corcho, llena la copa, me pinto los labios, rojo carmín, sonrisas, un brindis, por la familia, por tu éxito, por el mío, sonrisas, cigarrillos, ausencia, y tu mano roza la mía, me miras, cruzo las piernas, zapatos rojos, vestido negro y color escarlata en mi collar de cuentas, pide otra botella, quita el corcho, llena la copa, mira mis ojos avellana, sonríe, brindemos, por ti, por mi, por el amor, por lo que somos.  Enciende otro cigarrillo, dime que me amas, saca otra botella, la última botella, quita el corcho, llena la copa, olvidemos esta noche de memorias, de amor, de magia y de co

El césped es verde y el cielo... ¿azul?

Una vez se me cayó el corazón, decidí dejarlo atrás porque me parecía demasiado pesado para mi arduo camino, seguí caminando mientras veía ese peso inerte atrás, tropecé y decidí dejar de mirar hacia atrás porque si seguía así terminaría devolviéndome a buscarlo, comencé a mirar las cosas a mi alrededor, de esa manera me distraería un poco, escuché melodías que me estremecían, y vi cosas maravillosas, vi el césped verde debajo de mis pies descalzos, vi árboles, ramas, hojas, flores, mil montañas, mil colores, pero por miedo miraba hacia abajo nunca hacia arriba, un día llegué a un extraño lugar y un anciano de dedos retorcidos y vocabulario irreverente me preguntó "¿De qué color crees que es el césped?" Le respondí que era verde que de eso estaba segura, llevaba mucho tiempo mirando mis pies desnudos sobre él, luego preguntó "¿Y de qué color es el maldito cielo?" entonces fue cuando recapacité, me puse a pensar y recordé que antes de dejar mi corazón miré al cielo e