Hablemos de guerra.
A purgar la tierra que está llena de basura, de odio, de mentiras, de hombres que no tienen respeto, de personas sin moral, creen que la humanidad está a su disposición...
Un hongo de odio que se expande, cayó una bomba que acabó con todo, creyentes murieron, con una bala perdida, te dispararon, te dijeron que todo por lo que habías luchado estaba mal y te intentaron ultrajar, si las balas no te asesinan, te hieren, movemos nuestras banderas al son que nos toque el hombre, grandes monstruos verdes que escupen fuego vienen tras nosotros, blasfemando, escupiendo.
Somos hombres y mujeres con carteles en el cuello, carteles que dicen lo que queremos, y los árboles lloran por la humanidad perdida y el cielo cambia de color, somos un alfiler, ellos un martillo, somos lágrimas, sonrisas, somos juventud perdida, indiferente a la vida.
No nos importan los problemas, no nos damos cuenta, ponemos argumentos, quizá no somos demasiado jóvenes, quizá aún tenemos esperanzas. Somos una pintura abstracta, una mentira, un misterio.
Un papel se apoderó del mundo, un espeso líquido negro, poder, corrupción y nosotros ignoramos.
Fuego, se apodera de ti, te quema, te deja vulnerable ante todo y no quieres darte cuenta, no ignoremos más, el mundo necesita una nueva dirección.
Rostros de niños, lágrimas en sus mejillas, solitarios en el mundo, buscando un apoyo, y ellos se sientan a observar, se divierten, se burlan.
Nadie lo nota pero el tono de tu piel es sólo un color, lo que hay debajo es lo que importa, nadie lo nota pero el dinero es sólo un papel, el esfuerzo que haces para comer es lo que importa, nadie lo nota pero un techo sobre tu cabeza y comida en tu mesa es lo único que necesitas, amor en tu corazón y sonrisas en tu rostro.
Y otro muere por su patria, en el campo de batalla y a su mujer y a sus hijos les llevan una bandera, ¿para que duerman con ella? ¿Para que la abracen cuando el temor se apodere de ellos? Una bandera para que se sientan orgullosos porque él murió por el país, porque los que tienen problemas envían a otras personas a morir por ellos.
Madres llorando por hijos ausentes, padres haciéndose el fuerte, abrazando a su esposa y diciendo que todo estará bien, pero es mentira, otro le disparó y acabó con su vida, disparó por órdenes de alguien que no quiere ensuciarse las manos, y el muchacho cayó como un simple peso, como si no importara como llegando al cielo, pensando en su madre, en su padre y su hermana, murió defendiendo sus derechos, murió defendiendo lo que es bueno.
Llegan con armas, te arrancan la vida, luego no les importa eres un número menos en las listas, te ultrajan, te humillan, líquido rojo, como pintura, como vino, intentan sacarte el corazón por la boca, intentan que no luches pero es lo que te toca. Y ellos se creen dueños de quien eres, y ellos ordenan que te maten si no bajas la cabeza y sigues órdenes, te dicen anarquista pero no se dan cuenta que te desgastan la vida.
Pero no les importa, al final estarás unos metros bajo tierra, con una piedra sobre tu cabeza con tu nombre, el día que naciste y el día que moriste y entre esos dos números un guión, y ese guión es tu vida, y un mensaje entre comillas que dirá quién fuiste.
Por eso lucha, lucha por quien eres, por lo que quieres, por lo que es justo, por lo que es bueno, dale sentido a ese guión que estará tallado en tu lápida.
Un hongo de odio que se expande, cayó una bomba que acabó con todo, creyentes murieron, con una bala perdida, te dispararon, te dijeron que todo por lo que habías luchado estaba mal y te intentaron ultrajar, si las balas no te asesinan, te hieren, movemos nuestras banderas al son que nos toque el hombre, grandes monstruos verdes que escupen fuego vienen tras nosotros, blasfemando, escupiendo.
Somos hombres y mujeres con carteles en el cuello, carteles que dicen lo que queremos, y los árboles lloran por la humanidad perdida y el cielo cambia de color, somos un alfiler, ellos un martillo, somos lágrimas, sonrisas, somos juventud perdida, indiferente a la vida.
No nos importan los problemas, no nos damos cuenta, ponemos argumentos, quizá no somos demasiado jóvenes, quizá aún tenemos esperanzas. Somos una pintura abstracta, una mentira, un misterio.
Un papel se apoderó del mundo, un espeso líquido negro, poder, corrupción y nosotros ignoramos.
Fuego, se apodera de ti, te quema, te deja vulnerable ante todo y no quieres darte cuenta, no ignoremos más, el mundo necesita una nueva dirección.
Rostros de niños, lágrimas en sus mejillas, solitarios en el mundo, buscando un apoyo, y ellos se sientan a observar, se divierten, se burlan.
Nadie lo nota pero el tono de tu piel es sólo un color, lo que hay debajo es lo que importa, nadie lo nota pero el dinero es sólo un papel, el esfuerzo que haces para comer es lo que importa, nadie lo nota pero un techo sobre tu cabeza y comida en tu mesa es lo único que necesitas, amor en tu corazón y sonrisas en tu rostro.
Y otro muere por su patria, en el campo de batalla y a su mujer y a sus hijos les llevan una bandera, ¿para que duerman con ella? ¿Para que la abracen cuando el temor se apodere de ellos? Una bandera para que se sientan orgullosos porque él murió por el país, porque los que tienen problemas envían a otras personas a morir por ellos.
Madres llorando por hijos ausentes, padres haciéndose el fuerte, abrazando a su esposa y diciendo que todo estará bien, pero es mentira, otro le disparó y acabó con su vida, disparó por órdenes de alguien que no quiere ensuciarse las manos, y el muchacho cayó como un simple peso, como si no importara como llegando al cielo, pensando en su madre, en su padre y su hermana, murió defendiendo sus derechos, murió defendiendo lo que es bueno.
Llegan con armas, te arrancan la vida, luego no les importa eres un número menos en las listas, te ultrajan, te humillan, líquido rojo, como pintura, como vino, intentan sacarte el corazón por la boca, intentan que no luches pero es lo que te toca. Y ellos se creen dueños de quien eres, y ellos ordenan que te maten si no bajas la cabeza y sigues órdenes, te dicen anarquista pero no se dan cuenta que te desgastan la vida.
Pero no les importa, al final estarás unos metros bajo tierra, con una piedra sobre tu cabeza con tu nombre, el día que naciste y el día que moriste y entre esos dos números un guión, y ese guión es tu vida, y un mensaje entre comillas que dirá quién fuiste.
Por eso lucha, lucha por quien eres, por lo que quieres, por lo que es justo, por lo que es bueno, dale sentido a ese guión que estará tallado en tu lápida.
Comentarios
Publicar un comentario