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¿Qué es esto? Pensé que muchas veces en mi vida había estado decepcionada de mí misma, pero nada cómo este vacío abismal, nada como este frío glacial que te hace querer dormir eternamente. Cuando alguien te decepciona, te sientes desanimado, pero cuando eres tú mismo el que causa tal decepción, no hay palabras para describir el sentimiento.
Tanto construir, tanto escalar, para terminar derrumbando todo en un par de cortadas, cuando un perdón no te puede hacer sentir mejor, cuando sabes que ya nada será lo mismo, cuando sientes que destruiste lo mejor que habías hecho en tu vida, es ahí cuando llega la amargura, un mal sabor en la boca, las ganas de devolver el tiempo, y el querer hacer hasta lo que no está en tus manos. 
No es lo mismo, los besos no son iguales, las palabras, las caricias, los abrazos... no es lo mismo, de mi parte hay más añoranza, de la suya... no lo sé, ojalá pudiera reconocer lo que hay en su mirada, es más que una decepción, maté algo, pero no sé qué.
Lo que más odio quizás, es que eso que amaba, el hecho de ser yo quién ponía un poco de color a sus esporádicos días grises, eso se fue. 
Quizás estoy desproporcionando los hechos, pero si me dice que todo está bien, sé que miente. 
Esta entrada no tiene título, porque no le encontré nombre al vacío abismal que me llena en este momento.