La novela de Perón.

"Si el lector lo prefiere, puede considerar este libro como una obra de ficción. Siempre cabe la posibilidad de que un libro de ficción deje caer alguna luz sobre las cosas que antes fueron narradas como hechos." 

Ernest Hemingway

París era una fiesta

 "Los argentinos, como usted sabe, nos caracterizamos por creer que tenemos siempre la verdad. A esta casa vienen muchos argentinos queriéndome vender una verdad distinta como si fuese la única. ¿Y yo, qué quiere que haga? ¡Les creo a todos! 

Juan Perón al autor,

Marzo 26 de 1970

Con estas dos frases, una del escritor americano y otra del General, empieza La novela de Perón. Sí, novela, porque en palabras del autor "Novela significa licencia para mentir."

La novela empieza con un zorro viejo, el 20 de junio de 1973 (el día de la masacre de Ezeiza) un General con miedo -¿miedo?- a volver, pero volviendo.

Aunque la novela empieza este 20 de junio, transcurre en ella toda la vida de Perón -realidad y fantasía- y de varios de los otros personajes de la historia. 

Evita, la mítica Evita aparece no más comenzar la novela -y es que no podía ser de otra forma-

"Usted huele como a mí me gusta, coronel: Cigarrillos Condal y pastillas de menta. Sólo le falta un poquito de Atkinsons."

 Frase creada por el autor, para darle un toque mágico a la historia, como si lo necesitara, como si Eva no fuese ya, un hada.
Así como ésta: 

"Gracias por existir"

La frase con la que Eva lo conquistó, falsa, también -¿falsa?- pero verdadera como la sintió mi corazón. También habla del misterio eterno del cadáver de Evita, que es una parte sumamente importante de Perón.
Y como también fue parte de su vida, habla de Isabel, la usurpadora, y cita las consignas que más le dolían.

"Evita hay una sola, no rompan más las bolas."

No sé si Isabel fue una mujer consumida por las circunstancias o una verdadera traidora envidiosa, este libro muestra muchas facetas de una sola mujer. 
Habla del golpe, de los inicios de la Revolución -siempre escribo Revolución con mayúscula, como escribir Dios, no sé, manías.- apoyada por Perón, de una triste Potota, de un General estéril de una vida cambiada de recuerdos boicoteados por el mismo Perón. 
Uno termina entendiendo a Perón por frases como ésta:

"E introdujo en los civiles la idea de que por el mero hecho de llevar uniforme, un militar estaba capacitado para lo que fuese: intervenir un sindicato, dictar leyes, dirigir un colegio y recibir la renuncia de un Presidente."

¿Quién podía culparlo entonces por creer que el poder le pertenecía por derecho y destino divino? 
Me atrevo incluso a decir que leyendo esta novela entendí un poco más el militarismo que tanto aborrezco, como dice el autor, "después del golpe de 1930 los militares su pusieron de moda."
Pero claro, en palabras de Perón ¿O de Tomás Eloy Martínez? ya no sé,

"La historia es una puta, López. Siempre se va con el que paga mejor."

Y él mismo conocía -para bien, o para mal- su grandeza.

"No es una estatua lo que busco sino algo más grande. Gobernar la historia. Cogerla por el culo."

Y he aquí otra de las cosas que me enamoraron de esta novela, la narrativa, el lenguaje coloquial, soy fiel adepta al lenguaje coloquial de los escritores latinoamericanos -y es que el español me parece el idioma más bello del mundo, no encuentro mejor forma de expresarse.- y sobretodo, de ese toque de realismo mágico que le conseguí a la novela -con lo que me gusta el realismo mágico.- 
También, la forma en que identifiqué a mi país en tantas líneas.

"Dentro de poco, ha escrito Zamora, este país se quedará sin pasado. El pasado es aquí algo irreal, como una pantalla de cine. A cada instante una proeza nueva (y peor) de la realidad lo sustituye. Ni siquiera es olvido."

 Este libro tiene muchas partes creadas por el autor, personajes que quizá no existieron, frases que nadie dijo, pero ¿quién puede decir qué es verdad y qué es mentira? Si, en palabras del autor, la verdad es como los ojos de una mosca 

"Cada uno de estos ojos ve cuatro mil pedazos diferentes de la realidad."

"Ojos compuestos de cuatro mil pedazos cada uno. La verdad dividida en cuatro mil pedazos."

"¿Qué ve una mosca? ¿Ve cuatro mil verdades o una verdad partida en cuatro mil pedazos?"

En esta novela vi ambas, y me enamoró de cuatro mil maneras, y después de leerla, ya nunca seré como era.

Aquí una entrevista al autor que servirá mucho como referencia si quieren leer la novela.