Ausencia.
Estoy escribiendo este post desde mi teléfono, cuando abrí este blog en 2010 (creo) o 2009, -sí, a los 13 años- no pensé el rumbo que iba a tomar -mi vida y el blog- no pensé que estudiaría Derecho, ni que dejaría la Universidad por correr de mi país, ni que el chico que vi una vez fuera de su casa y pensé que era guapo terminaría despertando a mi lado. Supongo que nadie se espera esas cosas.
No escribo desde hace casi cinco meses, me parece, y es que si antes habia dicho que la realidad me dio un coñazo en la cara esta vez me dejó tendida en el piso.
Nada es lo que parece.
Perdón por mi ausencia, si es que alguien lee todavía este pedazo demierda mi vida, de malas críticas y quejas, intentaré (de verdad) publicar algunas cosas que he escrito que van a estar fuera de tiempo pero ni modo, no me había dado tiempo de pensar que necesito tiempo para seguir hablando pendejadas y de cierta manera, gritar al vacío.
Quiero y estoy intentando encontrar un momento durante el día para dedicarme a esto y bueno, a muchos otros proyectos que tengo a medio hacer, para seguirme nutriendo y no morir camino del trabajo por falta de lectura, amor por esto, política, etc, etc. Ya saben que me encanta fingir que sé cosas.
Si alguien tiene un consejo sobre qué hacer cuando el cansancio no es físico sino espiritual, por favor comparta conmigo y con los demás sufridos (como yo) el secreto para descansar sin querer dormir tres días seguidos.
No escribo desde hace casi cinco meses, me parece, y es que si antes habia dicho que la realidad me dio un coñazo en la cara esta vez me dejó tendida en el piso.
Nada es lo que parece.
Perdón por mi ausencia, si es que alguien lee todavía este pedazo de
Quiero y estoy intentando encontrar un momento durante el día para dedicarme a esto y bueno, a muchos otros proyectos que tengo a medio hacer, para seguirme nutriendo y no morir camino del trabajo por falta de lectura, amor por esto, política, etc, etc. Ya saben que me encanta fingir que sé cosas.
Si alguien tiene un consejo sobre qué hacer cuando el cansancio no es físico sino espiritual, por favor comparta conmigo y con los demás sufridos (como yo) el secreto para descansar sin querer dormir tres días seguidos.
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