Con mi corazón en París.
Es extraño ese momento justo en que decides dejar de tener sueños, o al menos dejar de tener esos sueños que tanto te hieren. Dejé de tener el sueño de amarte y ser amada por ti justo HOY. Pensé que tal vez el único sueño que debo tener es el de que hacer en un futuro, ahora creo que tengo sueños mucho mejores… mi sueño es poder sentarme algún día a escribir desde mi ventana, mirando la torre Eiffel desde mi departamento en París, con un gato llamado Julio, una hermosa sonrisa y esa sensación de estar realizada, estudiarme un libreto para ser la estrella de la obra, vivir de lo que mi imaginación me permite ganar y ser feliz haciéndolo.
Jamás negaré que pienso en ti en algún instante del día, pero quizá no soy la chica que dejaste aquí, tengo otros sueños, otras cosas en que pensar, ya no soy esa persona que tanto odiabas, creo que tendré que ir a decirte MAL NACIDO RECUÉRDAME tal como me pediste que hiciera.

Demasiadas veces me pregunté que debía cambiar en mí, hoy sólo escuché esa canción y lo supe, debo ser feliz y nada más, quizá no feliz del todo, pero feliz. Sonreír cuando aquel chico me mira, pararme a observar una nube, ir a comprar ropa en aquel lugar donde trabaja ese chico tan sexy, besar con pasión, amar con locura, comer sin preocupación, luchar por una causa justa, planear, escribir, escribir, escribir hasta que mis dedos duelan, hasta que mi alma lo permita, hasta que las muñecas me griten ¡PARA! Escribir tan rápido que salga todo mal, o tan sólo escribir.
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