Sentir
Esos días, en que te sientes un completo asco, en que te sientes menos que todos, en que eso es lo único que quieres... sentir.
Sentir el piso bajo tus pies, frío, duro, para saber que estás sobre la tierra, que no saldrás volando como deseas.
Sentir el viento en tu cara, frío, fresco, para se lleve todo lo malo y traiga algo nuevo.
El alcohol quemando tu garganta, como fuego, ardiente, para que se lleve el sabor amargo que deja el dolor.
Sus besos sobre tu cuello, húmedos, calientes, para que dejen huella, para nunca olvidarlo, para sentirlo cerca.
Las lágrimas rodando por tus mejillas, calientes, saladas, para recordar cada palabra, cada punzada de dolor.
El dolor en tus dedos al escribir, para poder recordar que hay ciertos dolores que curan, que son necesarios.
Sentir... sentir... sentir...
Sentir lo bueno, lo malo y lo peor, sentirse bien, sentirse mal, sentirse feliz, triste, enojado, frustrado, pero sentir.
Querer sentir para recordar que estás viva, que después de todo, eso no te mató, que sí, que duele, que duele como mil puñaladas, pero que nunca dolerá demasiado para matarte, nunca, entonces sólo queda sentir, para recordar eso... que sientes porque estás viva, que estás viva... porque sientes.
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