Lo terrible del mar.
Lo terrible del mar, es morir de sed, lo terrible es la ironía, que aún rodeado de agua, el cuerpo se deshidrata, y lo mismo pasa con el corazón, cuando amamos por amar, sin amar. Porque cuando dos personas están juntas sin amarse, es amor lo que sangra. Por eso, si el lenguaje es otra piel, toquémonos más con mensajes de deseo, porque a pesar de que el silencio no es tiempo perdido, esta noche quiero amarte como nadie nunca te ha amado, sé que huyo porque amo, pero esta noche, aquí estoy. Ven, sin escatimar, pronto saldrá el sol y algún daño repondremos. Sé que el diablo frecuenta soledades, hoy vengo a visitar la tuya. Sé que quieres, sé lo que quieres, aunque lo niegues, no te confundas no sirve el rencor, son espasmos después del adiós. Sin embargo, no me iré de aquí, no me iré de tu lado, quiero tenerte así por horas y horas. No pienses, lo que seduce nunca suele estar donde se piensa, entonces no lo niegues, el fin de la pasión es que lo oculto se vea. Y es que cómo no ama