Sin título, así me siento.

Ahí estaba yo, llorando en silencio, siendo ignorada y deseando que todo fuese mejor, sin entender que de alguna manera lo era, era mejor, porque estaba ahí, y podía llorar, pero en realidad no me bastaba, y yo quería que todo cambiara, y que el tiempo se detuviera, que las cosas buenas quedaran y las malas se fueran, porque no entendía que ambas crean un equilibrio perfecto, para una vida en armonía.
Pero seguía ahí, llorando, y sigo ahí, llorando, porque es como la única salida, porque es lo único que puedo hacer cuando me siento como ahora, como vacía, como si me faltara algo, como ajena... como ausente, y entonces miro a todos lados, y entiendo que me siento así porque no quiero estar aquí, porque desearía estar en otra parte, porque no me gusta mi realidad.
A veces deseo ser otra persona, pero me doy cuenta que sólo siendo yo puedo parecer tan común siendo tan extraña, y me siento desagradecida con la vida.
A veces quiero hablar, porque tengo muchas cosas que decir, muchas cosas que sacar, pero siento que si las digo entonces lloraré tanto que no me será posible terminar, y aún no encuentro la persona indicada para contarle esas cosas, porque sé que inconscientemente todos me juzgarán, de una u otra manera, y dirán "No es tu culpa..." o "Debes superarlo." y no es lo que necesito, porque sé que no es mi culpa, y sé que debo superarlo, pero quiero que me abracen y me digan que todo estará bien, que me dejen llorar por mucho tiempo y luego sólo me besen en la frente, me den un cigarrillo y me lleven a comer un helado, porque es todo lo que necesito, porque en esta ocasión escribir no basta.