Muerta por dentro y tan frívola por fuera.
Me mirabas, sin una sonrisa, con mirada neutra, entre mal y bien, entre aprobación y negación, y me besaste, más por inercia que por otra cosa, y yo te seguí el beso, por pura costumbre nomas, y me escondí debajo de tu cuerpo desnudo, como quién no quiere salir, como quien no pretende aprender, sólo asentía, sonreía y fingía que te amaba, para que fueses feliz, pero ese día...
Recuerdo haber estado fumando, como una dama, con mi boquilla larga, los labios color carmín, el moño desordenado, y yo simplemente mirando al vacío, con una sonrisa rota y tu camisa sobre mis hombros.
"No puedo más" Susurré cuando te acercaste, preguntaste si estaba cansada, por supuesto que estaba cansada, cansada de ti, cansada de mentirte, cansada de que te pasaras la vida arruinando cada cosa buena que encontraba de mí.
Me jodiste, me jodiste hasta que estuve muerta por dentro y tan frívola por fuera, tan desinteresada, tan alejada, tan ignorante, y entonces me sentí realmente atada, y lo noté esa tarde, tomé mi vestido negro, mis zapatos rojos, y me fui de allí sin terminar mi Whisky, sin llenar la copa de nuevo, sin preguntarte por tu día, no, ya no más.
Llegué a mi casa y lloré, en silencio, bebiendo brandy, nada más para pasar las penas, luego tomé un baño de espuma, para quedar dentro de una burbuja y no volver a sufrir, me maquillé de nuevo, no para verme hermosa, no, sino para sentirme hermosa, y salí de casa pisando fuerte, a ver si con el tiempo dejo de estar tan muerta por dentro y dejo de ser tan frívola por fuera.
Recuerdo haber estado fumando, como una dama, con mi boquilla larga, los labios color carmín, el moño desordenado, y yo simplemente mirando al vacío, con una sonrisa rota y tu camisa sobre mis hombros.
"No puedo más" Susurré cuando te acercaste, preguntaste si estaba cansada, por supuesto que estaba cansada, cansada de ti, cansada de mentirte, cansada de que te pasaras la vida arruinando cada cosa buena que encontraba de mí.
Me jodiste, me jodiste hasta que estuve muerta por dentro y tan frívola por fuera, tan desinteresada, tan alejada, tan ignorante, y entonces me sentí realmente atada, y lo noté esa tarde, tomé mi vestido negro, mis zapatos rojos, y me fui de allí sin terminar mi Whisky, sin llenar la copa de nuevo, sin preguntarte por tu día, no, ya no más.
Llegué a mi casa y lloré, en silencio, bebiendo brandy, nada más para pasar las penas, luego tomé un baño de espuma, para quedar dentro de una burbuja y no volver a sufrir, me maquillé de nuevo, no para verme hermosa, no, sino para sentirme hermosa, y salí de casa pisando fuerte, a ver si con el tiempo dejo de estar tan muerta por dentro y dejo de ser tan frívola por fuera.
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