Sigue latiendo.

"¿Sigue latiendo el corazón, a pesar de estar roto?"
¿Sigue latiendo?
Si. Y eso es quizás lo más doloroso, que sigue latiendo.

Me la robaste,

me robaste la sonrisa.

Me llevaste al infinito

tan arriba, que daba miedo

tan hermoso, que asustaba

tan utópico, que daba sueños.

Nos amamos en crescendo,

nos amamos en aumento,

subiendo, subiendo, subiendo.

Y caímos de repente.

Pasamos del amor eterno,

al odio absoluto.

Comenzamos amándonos como locos,

terminamos odiándonos como humanos,

y nos convertimos en aquello que siempre criticamos.

Pero sigue latiendo

porque no tiene de otra,

porque uno no muere de amor,

no físicamente.

Parece que estoy,

pero estoy muerta.

Soy la piel que alguna vez habité.

Y si miras muy adentro,

en mis ojos, puedes ver lo que un día fui.

Te llevaste todo,

y ahora tengo miedo.

Pero sigue latiendo

porque no tiene de otra,

porque uno no muere de amor,

y eso es lo que más duele,

que uno no muere de amor.