Corto para el alma.
Me gusta cuando me recojo el cabello en un moño y estoy todo el día ocupada, enfundada en un uniforme detestable, en un lugar incómodo por horas y horas, pensando en estar entre tus brazos cálidos, y luego regreso a casa, tomo una ducha, entro a la cama y me escurro a tu lado.
Y me suelto el cabello, rebelde y abundante, que desprende enseguida un delicioso olor a frutas, y me besas en cuello y los labios.
Tengo ganas de sentirte cálido, rodeándome.
Me gusta cuando salgo del baño desnuda, y me observas atento, con el cabello cubriéndome la espalda y los defectos, me tomas de las caderas, con tus manos grandes y ásperas, me besas el vientre, y bajas y bajas.
Me gustas, arrodillado ante mí, como una diosa, cuando enredo los dedos en tu cabello, y pongo la cabeza hacia atrás, mirando al cielo, porque sólo de ahí puede venir tanto placer.
Me gusta cuando me rodeas con tus brazos, y nuestros alientos se mezclan, y puedo sentir tu piel bajo mi tacto.
Y me suelto el cabello, rebelde y abundante, que desprende enseguida un delicioso olor a frutas, y me besas en cuello y los labios.
Tengo ganas de sentirte cálido, rodeándome.
Me gusta cuando salgo del baño desnuda, y me observas atento, con el cabello cubriéndome la espalda y los defectos, me tomas de las caderas, con tus manos grandes y ásperas, me besas el vientre, y bajas y bajas.
Me gustas, arrodillado ante mí, como una diosa, cuando enredo los dedos en tu cabello, y pongo la cabeza hacia atrás, mirando al cielo, porque sólo de ahí puede venir tanto placer.
Me gusta cuando me rodeas con tus brazos, y nuestros alientos se mezclan, y puedo sentir tu piel bajo mi tacto.
Comentarios
Publicar un comentario