Volviendo a teclear lágrimas.
Suspiró, un suspiro largo, lleno de calma y paz, y una sonrisa se dibujó en su rostro cansado, sus pestañas protegían sus ojos, y ella simplemente extendió los brazos, y sonriendo comenzó a mecerse, de un lado a otro, a dar vueltas, giros, a dejar viajar la imaginación, entonces sintió un par de brazos rodeándola, pero no la apretaban, no la encerraban, más bien seguían sus movimientos, y podía seguir bailando, pero ahora la sonrisa en su rostro era más grande, porque por fin había alguien que veía lo mismo que ella, una belleza inmensa, algo extraña y huraña, pero belleza al fin.
Lo que pasa con el mundo es que ven la belleza "al ojo desnudo" no buscan detalles, si abres la mente puedes encontrar belleza hasta en las cosas más simples, pero si abres el corazón, todo será bello ante tus ojos, las cosas pequeñas te harán sonreír y vivirás más feliz, impresionado con facilidad, agradecido con el mundo, sin temor de lo que pueda pasar, porque el futuro es inevitable.
Así se sintió ella, sintió también que alguien unía su corazón con otro y podía ver el doble de belleza, si es que era posible.
Porque ahora no sólo tenía la mente y el corazón abiertos, sino que veía por los ojos de otra persona, y se acoplaba a su versión del mundo, porque estaba enamorada de los defectos de ese hombre que la abrazaba bailando al son de una canción inexistente.
No necesito alguien que me ame, porque aunque estoy enamorada de una utopía, él me ha ayudado a ver el mundo a través de otro cristal.
Lo que pasa con el mundo es que ven la belleza "al ojo desnudo" no buscan detalles, si abres la mente puedes encontrar belleza hasta en las cosas más simples, pero si abres el corazón, todo será bello ante tus ojos, las cosas pequeñas te harán sonreír y vivirás más feliz, impresionado con facilidad, agradecido con el mundo, sin temor de lo que pueda pasar, porque el futuro es inevitable.
Así se sintió ella, sintió también que alguien unía su corazón con otro y podía ver el doble de belleza, si es que era posible.
Porque ahora no sólo tenía la mente y el corazón abiertos, sino que veía por los ojos de otra persona, y se acoplaba a su versión del mundo, porque estaba enamorada de los defectos de ese hombre que la abrazaba bailando al son de una canción inexistente.
No necesito alguien que me ame, porque aunque estoy enamorada de una utopía, él me ha ayudado a ver el mundo a través de otro cristal.
Comentarios
Publicar un comentario