Arde.
Me hicieron creer que venía con un destino
que mi cuerpo era importante porque podía crear vida
Me hicieron pensar que para ser importante,
debía concentrarme en ser la amante.
Sé una buena mujer
me han dicho incontables veces
y yo asentía confundida
sin entender muy bien el término.
¿Qué es una buena mujer?
Le pregunté entonces a mi madre,
pero ella tampoco sabía,
pues había dado vida muy joven todavía.
¿Qué es una buena mujer?
Le preguntó a su madre
Pero ella tampoco sabía,
de haberlo sabido,
tal vez él no se habría ido.
¿Qué es una buena mujer?
Me pregunto todos los días,
pero la sociedad me responde con ideas vacías.
No muestres esto o aquello,
a menos que seas musa de un hombre,
no crees tu propio arte,
a menos que te inspire el amor,
no el amor por ti misma
no el amor por las tuyas.
¿Qué amor puedo sentir entonces?
El amor devoto por un hombre
pero no demasiado,
jamás des demasiado.
¿Cuánto es demasiado?
Pregunté
y los tabloides me respondieron
con sangre, muerte y ultraje.
¿Qué es entonces ser mujer?
Me compararon con una rosa,
con todas las flores que trae la primavera.
Yo no me siento como una flor,
más bien me siento como fuego abrasador.
¿Qué es entonces ser mujer?
¿Quemar hasta hacer todo arder?
No, no puedes convertir todo en cenizas,
eso ahuyenta a los hombres,
y ahuyenta la vida.
¿Entonces? ¿Ser mujer es esto entre mis piernas?
¡Jamás! No le entregues eso a nadie,
le pertenece a alguien más.
¡Pero me lo arrebataron!
¿Entonces qué me pertenece?
Nada, sé una mujer abnegada.
Pero yo puedo salvarme sola,
ser mi musa,
mi poema,
mi pintura,
mi escritura,
una imagen muda,
o escandalosa y sangrante,
puedo ser una diosa,
o la ceniza restante.
Quémalo todo,
mujer,
toma a tu hermana,
y arde.
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