Tan cerca.
Palabras, palabras como arroz, como harina en un saco, abundan, sobran. Intentar vivir de cerca cada palabra y morir en el intento, intentar ser mejor y no poder vivir para contar que lo intentaste, ser tragada y escupida mil y un veces por la sociedad que se regocija al verte sufrir por no ser lo suficientemente buena en lo que haces. Entonces los problemas se vuelven cada vez peores, tienes miedo, no quieres seguir viendo lo que ves, no quieres seguir estando donde estás pero no hay otra alternativa, no puedes simplemente huir de esa realidad que te persigue, aunque eso es lo que quieres, aunque eso es lo que haces, es difícil, doloroso e incoloro cuando te aferras a algo totalmente incierto, a algo inexistente y tan utópico, tan inverosímil. Tratas de mirar de cerca esa realidad que constantemente te escupe y te pisotea pero temes adentrarte demasiado en ella y perder todos tus sueños, cuando entras ellos se van marchitando hasta no ser más que pequeñas hojas de alguna rosa que