Dramione: Capítulo 15: Un mortífago de nuevo.
Por la mañana Hermione se levantó, miró a Draco dormir y sonrió, le extrañaba tanto, se levantó de la cama, se metió a la bañera, limpió su cara con un montón de tónicos y cuando estuvo impecable salió a hacer el desayuno, Draco aún no despertaba, hizo empanadas de cornualles y lo sirvió con Ananá confitado, ella sabía que era la bebida favorita de Draco.
-Despierta dormilón.- Dijo dándole un dulce beso en la mejilla.
-Buenos días preciosa... te levantaste temprano.- Dijo sonriendo y con los ojos aún algo cerrados, se levantó, lavo su cara y Hermione le esperaba en la mesa.
-Buen apetito.- Dijo ella esperando que su comida le agradara.
-Eres tan perfecta.- Dijo él besando su frente.
-Quizá, terminarás de comer e irás a vestirte, iremos al ministerio hoy.-
-Si me ven por allí me matarán Herms.- Dijo Draco con la boca llena.
-Eso ya lo tengo resuelto... ten.- Y puso en su mano una botellita con poción multijugos.
-Esa es mi chica... ¿quién seré?-
-Cualquier persona, eso es lo de menos, puedes haber ido al ministerio por cualquier razón, irás conmigo de todos modos.-
Terminaron de comer, Draco se vistió, tomó la poción con un poco de cabello de un muggle que Hermione tenía para emergencias.
-Eres espeluznante.- Dijo él
-Lo sé, pero me funciona bien.- Respondió ella algo enojada.
Llegaron al ministerio y cuando entraron a la oficina del ministro de magia Draco ya era él mismo.
-¿Señor Malfoy? ¿A qué se debe su visita? Además... con la señorita Hermione.- El ministro estaba notablemente impresionado.
-Pues, vengo a ofrecer mi ayuda, quiero tener un entrenamiento para ser auror, sé lo que fui pero puedo asegurar que no queda secuela de eso, es más... me vengo a ofrecer para trabajar encubierto, si es lo que necesitan o desean.-
Y después de mucho discutir sobre el pasado de Draco y decidir que ejercería sólo 3 meses de entrenamiento como auror (Tomando en cuenta sus habilidades mágicas) lo aceptaron y al día siguiente comenzaría su trabajo encubierto... sólo tenía que buscar a Zabini y decirle nunca traicionó a nadie, pero esto ponía en peligro a Hermione.
Draco y Hermione comenzaron a vivir juntos y llevaban una vida muy placentera, Theo y Luna se habían mudado muy cerca de ellos por lo que pasaban bastante tiempo con ellos y Theo ayudaba mucho a Draco pues ejercían la misma profesión.
Un día estaban en casa de Zabini, y Pansy comenzó a hablar de "El gran plan", Draco preguntó de que se trataba...
-Pues verás, ya que notamos que si eres de confianza te contaremos Draquito, verás... nuestra venganza hacia Potter por matar a nuestro amado amo está planeándose... mataremos a la sangre sucia y al pobretón de Weasley, además escuché que la Weasley está embarazada... la secuestraremos y la mataremos despiadadamente junto a su hijo, ese maldito debe pagar.- Pansy admiraba a Bellatrix Lestrange, y cuando supo de su muerte juró que sería su suplente, por eso había desarrollado un amor irracional hacia Voldemort ya muerto y un nivel de demencia inexplicable, una mortífaga perfecta pero no al nivel de Bella...
-Además mataremos a ese cabrón de Neville Longbottom y a Luna Lovegood y... quien sabe a quien más.- Y río plácidamente.
Draco no podía creer lo que escuchaba, Zabini se había propuesto matar a su amada Hermione y Zabini era un tipo que sabía cumplir sus objetivos, sonrió ante ellos pero detrás de esa sonrisa había dolor, furia y miedo...
Nott que se encontraba ahí se levantó muy enojado y abrió la boca para decir algo pero Draco lo miró suplicante y Nott sólo dijo.
-Me tengo que ir Zabini, buenas noches Parkinson, Greengrass, los veré después... Malfoy, dijiste que me acompañarías a... tu sabes.- Con la cara ciertamente roja de furia aunque nadie lo notó.
-¿A qué?- Dijo Zabini.
-Mataremos a un traidor que... nos debe algo, no vale la pena. Adiós.- Mintió Nott
-Así se habla amigos.- Dijo Zabini
-Adiós a todos.- Se despidió Draco
-Draco... quería saber si... ya sabes... nos vemos más tarde.- Dijo una pícara Pansy que humillarse era algo que obviamente había quedado de su antigua personalidad.
-No, gracias.- Dijo Draco y salió con Nott de la habitación dejando a Pansy muy enojada detrás.
-¡Esos hijos de... no hacen más que joderme la vida! A Luna no le tocan un pelo esos desgraciados.- Decía Nott mientras bebía una cerveza de mantequilla.
-Tranquilo, estoy igual de preocupado que tu amigo.- Decía Draco mientras daba palmadas en el hombro a su amigo.
-Jean... ella está creciendo y yo no quiero que nada le pase Draco, pensé que esto se había acabado cuando cayó el Señor Tenebroso.- Decía un lloroso Theo.
-Créeme que sé lo que nos espera, pero lucharemos contra esto y contra todo lo que intente dañar a esas mujeres que nos esperan en casa.-
Mietras Draco decía eso Hermione cocinaba alegremente en casa después de un día de trabajo y una Luna risueña daba de comer a la pequeña Jean, ninguna de las dos se imaginaba el horrible destino que les esperaba.
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