Dramione: Capítulo 2: Entre la serpiente y la pared.
Hermione no paraba de darle vueltas a aquellas palabras de Parkinson, ese sábado se organizó una salida a Hogsmade, Ron había comenzado de nuevo una relación con Lavender Brown y Harry y Cho estaban muy apegados, por lo que ellos habían decidido ir a caminar por las calles, visitar tiendas y Hermione quedó sola, buscó un libro y entró a las tres escobas por cerveza de mantequilla o hidromiel, se sentó sola a leer cuando sintió una pesada mirada sobre ella, dos mesas más alejadas de la suya estaba Draco Malfoy, igualmente con un libro y tomando Ananá Confitado, aunque el libro tapaba parte de su cara sobre él se veía que los ojos de Malfoy estaban maliciosamente posados sobre la chica.
Él la miraba muy atentamente, no sabía la razón pero le parecía que Hermione estaba muy atractiva, aunque eliminó rápidamente ese pensamiento de su cabeza y comenzó a leer su libro sin prestar mucha atención, aunque ella siempre le había parecido muy linda desde el cuarto año cuando el idiota de Viktor Krum la había invitado al baile del torneo de los tres magos, pero seguía siendo una sangre sucia, impura y le daba asco.
Esa noche al regresar Hermione fue a comer y luego se sentó a las afueras del castillo comiendo Grageas y escribiendo una carta, Malfoy llegó y se sentó a su lado en silencio dispuesto a molestarle, cuando vio que lloraba y sus lágrimas caían en el pergamino que escribía, Hermione notó su presencia y se apartó bruscamente asustada.
-No te haré daño Granger, aunque venía dispuesto a hacerlo pero... veo que lloras, y no es que me interese o que me conmueva, tus lágrimas son como un felix felicis para mí- Dijo Malfoy con una sonrisa en el rostro mientras Hermione retrocedía hasta encontrarse con la espalda contra la pared, tenía miedo pues Draco no era precisamente el más amigable de los Slytherins.
-No te tengo miedo ¿recuerdas el tercer año? tuviste que ir a la enfermería luego de ese puñetazo que te di- Dijo Hermione con una sonrisa nerviosa, Draco se acercó a ella y puso sus manos a los lados de su cabeza, pegó la punta de su nariz con la de ella y le dijo en un susurro -Quizá deberías tenerme miedo Granger.- y sonrío, cuando Hermione separó sus labios para hablar y Draco sintió su aliento rozando su rostro la miró detenidamente y la besó... con tanta brusquedad que casi le dolió.
Se apartó de ella con cara de desprecio y le miró con odio, sin saber que era lo que había hecho y se volvió a acercar a ella diciendo en un tono amenazador -Si alguien se entera de esto Granger, date por muerta porque no pensaré dos veces antes de lanzarte una maldición ¿entiendes?- Hermione se quedó callada en un estado de shock como si le hubiesen lanzado un Petrificus - ¿ENTENDISTE?- Gritó Draco demasiado alterado y se fue dando zancadas, Hermione no entendió lo que había pasado, y se limpió con asco los labios con las mangas de su túnica, aunque el beso no le había producido el menor asco...
Draco entró muy enojado a la sala común y encontró a Pansy sentada frente a la chimenea leyendo la revista "corazón de bruja" él la tomó por el cabello y comenzó a besarla violentamente, luego la soltó y se sentó en el sofá mirando el fuego... nunca había sentido con un beso lo que sintió con Hermione y eso le producía tanta furia, enojo y frustración porque... le había gustado.
Él la miraba muy atentamente, no sabía la razón pero le parecía que Hermione estaba muy atractiva, aunque eliminó rápidamente ese pensamiento de su cabeza y comenzó a leer su libro sin prestar mucha atención, aunque ella siempre le había parecido muy linda desde el cuarto año cuando el idiota de Viktor Krum la había invitado al baile del torneo de los tres magos, pero seguía siendo una sangre sucia, impura y le daba asco.
Esa noche al regresar Hermione fue a comer y luego se sentó a las afueras del castillo comiendo Grageas y escribiendo una carta, Malfoy llegó y se sentó a su lado en silencio dispuesto a molestarle, cuando vio que lloraba y sus lágrimas caían en el pergamino que escribía, Hermione notó su presencia y se apartó bruscamente asustada.
-No te haré daño Granger, aunque venía dispuesto a hacerlo pero... veo que lloras, y no es que me interese o que me conmueva, tus lágrimas son como un felix felicis para mí- Dijo Malfoy con una sonrisa en el rostro mientras Hermione retrocedía hasta encontrarse con la espalda contra la pared, tenía miedo pues Draco no era precisamente el más amigable de los Slytherins.
-No te tengo miedo ¿recuerdas el tercer año? tuviste que ir a la enfermería luego de ese puñetazo que te di- Dijo Hermione con una sonrisa nerviosa, Draco se acercó a ella y puso sus manos a los lados de su cabeza, pegó la punta de su nariz con la de ella y le dijo en un susurro -Quizá deberías tenerme miedo Granger.- y sonrío, cuando Hermione separó sus labios para hablar y Draco sintió su aliento rozando su rostro la miró detenidamente y la besó... con tanta brusquedad que casi le dolió.
Se apartó de ella con cara de desprecio y le miró con odio, sin saber que era lo que había hecho y se volvió a acercar a ella diciendo en un tono amenazador -Si alguien se entera de esto Granger, date por muerta porque no pensaré dos veces antes de lanzarte una maldición ¿entiendes?- Hermione se quedó callada en un estado de shock como si le hubiesen lanzado un Petrificus - ¿ENTENDISTE?- Gritó Draco demasiado alterado y se fue dando zancadas, Hermione no entendió lo que había pasado, y se limpió con asco los labios con las mangas de su túnica, aunque el beso no le había producido el menor asco...
Draco entró muy enojado a la sala común y encontró a Pansy sentada frente a la chimenea leyendo la revista "corazón de bruja" él la tomó por el cabello y comenzó a besarla violentamente, luego la soltó y se sentó en el sofá mirando el fuego... nunca había sentido con un beso lo que sintió con Hermione y eso le producía tanta furia, enojo y frustración porque... le había gustado.
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