Verde venenosa.

" Las chicas son mujeres disfrazadas que entienden el amor y la muerte." La observaba desde su cuarto, con un par de binoculares, y sonreía al verla actuar, se cepillaba el cabello rubio con gracia, lo dejaba liso como seda y brillante, y luego se ponía perfume, se cambiaba el vestido y se calzaba un par de zapatos te tacón, pero no salía, no podía salir... Ella era una sombra, un secreto, una mentira, un sueño, y él simplemente la soñaba, la observaba crecer, siendo una adolescente, sentándose en el alfeizar de su ventana, escuchando rock y bailando, o simplemente dando vueltas en la felicidad de su encierro. El tenía tanto miedo de hacer algo mal, sabía todo sobre ella, que su padre era administrador en una compañía, que su madre era ama de casa, que sufría de problemas nerviosos y que nunca la dejaba salir de casa porque pensaba que el mundo era hostil, que habían asesinado a su hermana menor, y que ella se llamaba Cecilia, y le gustaba tanto aquel nombre, pero sólo

Me recuerdo sonriendo, mirándote justo antes de quedarme dormida, nada más feliz que aquella sensación del tiempo detenido, de que todo fuera de la cama estaba paralizado, nada mejor que esa sensación de que todo era perfecto, de que nada saldría mal. Aún me refugio en esos recuerdos cuando lloro por las noches. Tu ausencia, se sintió tanto que casi me ahoga, me sentía atrapada, y todo porque había un espacio vacío en mi cama, me sentía sola, desnuda, fría... Y abracé mi almohada, pero es obvio que lo que necesitaba entre mis brazos era tu cuerpo. ¿Por qué te fuiste? Te extraño tanto... tu respiración suave y tranquila, tus brazos protectores rodeándome, tus besos traviesos vagando por mi cuerpo, la punta de tus dedos siguiendo mi figura, tus susurros cansados en mi oído. El dormirme con tu voz... es quizá lo que más extraño. Ahora me duermo con los recuerdos de tus noches a mi lado. ¿Cómo te digo que te extraño sin parecer desesperada? Aunque la verdad... lo estoy.

Un placer mundano, una gota de agua cayendo sobre mi pálido rostro, un sentimiento tan placentero, un deseo tercermundista, una necesidad tan básica y que disfruto como si cada vez fuera la última. Un beso, porque un beso despierta sensaciones que nunca son las mismas, ni se parecen. Una caminata en medio de la ebriedad, porque despeja la mente y purifica el alma siempre y cuando no sea exceso. Una copa en momentos de nostalgia, para saborear el dolor y que el licor te queme la garganta de esa manera tan propia suya. Un libro, para olvidarse del mundo. Una sonrisa, que te ilumine la vida. El solecismo del amor, porque todos debemos cometerlo alguna vez. Y una interrogante, para darle pasión a la vida. El miedo al futuro, un enigma, una incógnita. Placeres mundanos que necesito en este momento. 

Era sólo una niña, con ganas de vivir y sonrisas dulces, con miedo y algo de incertidumbre, y entonces apareció él, y cambió todo... como lo cambió.  Se convirtió en esas personas que aunque están lejos las sientes cerca, aunque no te recuerda tu aún te sabes su número exacto de lunares, que aunque todos dicen que no vale la pena, tu aún sonríes con su mero recuerdo. Claro que no siento lo que antes, es que después de dos años es imposible que sienta lo que antes... no, no es por el tiempo, es por todo lo que sucedió. El primer te quiero, esa canción, las contradicciones, las promesas, los regalos que intenté olvidar, las sonrisas, y un último primer beso.  El hecho de que a pesar de todo aún se me encienda el corazón cuando lo pienso, que cuando lo vi la última vez deseé que me estrechara en sus brazos, el que nunca se creyó demasiado bueno para mí y yo nunca me sentí demasiado buena para él. Será demasiado patético, un poco tonto tal vez, pero este es un post sobre el recuerdo d

El era de "esos" le gustaba tomar y dejar, nunca daba dos bocados a la misma presa, no le gustaba repetir, porque él pensaba que sólo había una cosa buena en las mujeres, su belleza externa.  Y entonces llegó ella, y maldita sea, Dios sabe que él era sincero, que todo cambió cuando la vio pasar escondida detrás de un libro. El recuerdo era tan nítido que casi podía palparlo, sonríe al pensarlo... "la presa difícil" había dicho, de esas que había que enamorar para comer, y a ver que se equivocó. No era la gran cosa, pero él le veía mucho potencial, a pesar de los comentarios de todos sobre su físico, algo tenía que le detenía el corazón y le hacía hervir la sangre... y es que era tan diferente. Le preguntó su nombre, le habló de cosas banales, le dijo que se veía bonita y se río cuando ella lo miró de esa manera tan extraña, apreció como fruncía el ceño, le tomó la mano, le robó un par de besos, la hizo sonreír, le contó los lunares, jugó con los dedos de sus p

¿Qué es amar? Todos decimos amar a alguien y al fin y al cabo nadie sabe lo que es, no tengo un concepto fijo de amar, puedo describir lo que siento cuando creo que amo, pero me quedaría sin palabras a mitad del cuento, no sé que es amar, pero cuando creo que amo siento la necesidad incontenible de sonreír, una presión en el pecho que no puedo ignorar y los suspiros escapan de mis labios como agua entre mis dedos. ¿Qué es amar sino sentirse completamente feliz? ¿Qué es amar sino la perenne necesidad de estar junto a una persona? Ver la luz en sus ojos, que el universo de un vuelco cuando sonríe, que su mano apretando la tuya de cosquillas, que sus besos te hagan cerrar los ojos durante y después... que aunque no exista tu sientas que si lo hace.

Suspiró, un suspiro largo, lleno de calma y paz, y una sonrisa se dibujó en su rostro cansado, sus pestañas protegían sus ojos, y ella simplemente extendió los brazos, y sonriendo comenzó a mecerse, de un lado a otro, a dar vueltas, giros, a dejar viajar la imaginación, entonces sintió un par de brazos rodeándola, pero no la apretaban, no la encerraban, más bien seguían sus movimientos, y podía seguir bailando, pero ahora la sonrisa en su rostro era más grande, porque por fin había alguien que veía lo mismo que ella, una belleza inmensa, algo extraña y huraña, pero belleza al fin. Lo que pasa con el mundo es que ven la belleza "al ojo desnudo" no buscan detalles, si abres la mente puedes encontrar belleza hasta en las cosas más simples, pero si abres el corazón, todo será bello ante tus ojos, las cosas pequeñas te harán sonreír y vivirás más feliz, impresionado con facilidad, agradecido con el mundo, sin temor de lo que pueda pasar, porque el futuro es inevitable. Así se si

Yo, con mi antipatía y mi comportamiento huraño, mis letras y mis sonrisas susurradas, mis adicciones y mis obsesiones, tan escondida, tan oculta...y tú me rescataste. Yo, tan despeinada y alterada, tan ansiosa y poco conservadora, tú llegaste, y me quitaste el cabello del rostro sólo para besarme.  Tenía miedo, jugaba con mis dedos en los rincones, ordenaba tres y hasta cuatro veces la misma cosa en busca de una respuesta, una inspiración, y tu sostuviste mis manos con fuerza, pero sin hacerme daño, me acercaste a ti, y susurraste "tranquila" y yo no necesité nada más, porque tu voz me tranquiliza. Y cuando tenía ataques de nostalgia, y comenzaba a llorar recuerdos, tu me decías con una sonrisa que mi presente eras tú, y nada cambiaría eso. Cuando mi falta de inspiración atacaba, despegabas la vista de tu libro, me mirabas con ese par de ojos negros y entonces cada sentimiento volvía. Porque eres mi salvación, mi vida, lo que me alimenta, mi razón... porque después de t

Desde el inicio de los tiempos el hombre se ha encargado de que la mujer no realice ninguna actividad física, nuestra única tarea era dar a luz y la lactancia, siempre hubo la mujer que se conformaba con ser menospreciada y llamada con adjetivos por miedo u opresión, pero también estaban las que con mucha valentía alzaban sus voces pidiendo igualdad de sexos, estudiar en sus universidades y tener los mismos derechos. La primera vez que hubo sufragio femenino, fue por un error, en 1776, en Nueva Jersey, se usó la palabra "personas" y no "hombres" en un decreto. Pero fue en las Islas Pitcairn donde en 1838 aprobaron el sufragio femenino con los mismos parámetros del masculino. La primera mujer con un alto cargo políticamente   fue Sirimavo Bandaranaike, dirigente del Partido de la Libertad de Sri Lanka, que llegó al ser Primera Ministra de su país el 21 de julio de 1960, consiguiendo 75 escaños de un total de 150.  En 1903 Marie Curie fue galardonada con un premio