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Mostrando entradas de febrero, 2014

"一日三秋"

"  一日三秋 es una expresión china que se utiliza cuando uno echa de menos a alguien. Se dice que, entonces, un día dura tres otoños." Te veo al cerrar los ojos, co n tu sonrisa torpe y tu mirada sobre mí. Pero es ese es el problema, que sólo te veo al cerrar los ojos. Te extraño, me dueles, te muero.  Sí, te muero, porque me muero de ti, me muero por ti, por verte, por tenerte, me muero por demostrarte cuánta falta me haces, te necesito aquí, conmigo, mirándome como sólo tú sabes hacerlo, como si fuese la única persona en el mundo, como si todo a nuestro al rededor se evaporara. Te extraño, me dueles, te sueño. Sueño contigo, cada noche, porque me haces falta y te necesito, necesito de ti, necesito tus besos distraídos, tus manos traviesas, tu risa fácil y tus expresiones divertidas. Me dueles más cada día que paso sin ti, el tiempo pasa lento y aburrido, y siento que un día dura tres otoños, largos, silenciosos. La soledad, que siempre fue mi fiel aliada, me mira crue

Gloria al Bravo Pueblo.

Jaulas repletas;  jaulas repletas de pájaros  Pájaros con la mirada pegada al cielo  al cielo que les pertenece; pájaros que aún cansados cantan a la aurora  con esperanzas que no se apagan. Cortan las alas de los pájaros,  esconden las tijeras bajo la sombra de una falsa paz Pero los pájaros lo saben, saben que ese cielo les pertenece. ¿Miedo?  Los pájaros no tienen miedo. Un castillo de naipes; construido con vago esfuerzo por terceros,  aprovechado por un payaso disfrazado de Tirano. Que da órdenes en sátira. La fragilidad del castillo se pone en evidencia. Más de una fila de peones, demasiadas piezas en un solo tablero. La tensión y el miedo los intentan esconder, con fiestas donde se pintan la cara con sangre.  Sangre de los pájaros que no llegaron a las jaulas, que murieron en el camino. Un chiste amargo  Una máscara que esconde miedo Una sonrisa nerviosa y ladina Música para ocultar los gritos, los quejidos del hambre,  el dolor de las balas. Ba

Me quiero quedar.

Caminamos torpes, ignorando demasiadas cosas a nuestro alrededor, con la única certeza de que tenemos al otro al lado, y muchas veces lo olvidamos, y nos movemos sin conciencia alguna del daño que nos hacemos, pero cuando lo notamos, siempre nos comunicamos por suspiros, por miradas profundas y sonrisas delicadas, para terminar abrazándonos y enjuagándonos las lágrimas. Tu ausencia duele, aunque te siento caminar a mi lado noto como algunas veces te quedas atrás, dubitativo, inseguro, y sólo tengo ganas de tomarte de las manos y pedirte que sigas, pero tú lo lees en mi mirada triste y cansada, y continúas caminando, aunque no sé qué pasa por tu cabeza, y tu mirada es un laberinto que aún resuelvo, tengo la vaga certeza de que me amas. ¿Sabremos soportar la vida cuando lleguemos? ¿Sabremos traducir a palabras los suspiros, las miradas, las sonrisas, los abrazos? ¿Sabremos decirnos la verdad aunque duela en el pecho y nos tranque la garganta? ¿Sabremos ser verdaderamente sinceros? ¿O v

Leer.

Las noticias de un país dividido tapizan mi página de inicio en las redes, pero una en especial captó mi atención de manera inmediata, un artículo de "La iguana tv." llamado:  Foto detalles: Se sorprenderá al ver lo que encontramos realmente en concentración de Plaza Altamira.  les pido disculpas a los lectores que no son Venezolanos, de querer, ignoren este post y sigan leyendo los demás.  El artículo comienza citando a Marx "Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de lucha de clases." frase, que aunque suele ser cierta, nos hace pensar que esta manifestación (sobre la que escribe el autor) es de una clase social (La burguesía, agrega después) contra otra.  Sin embargo, esto no es lo que me llamó la atención, sino que el artículo consta de una gran cantidad de fotos de personas que se encontraban ahí, principalmente personas con rasgos caucásicos, ojos claros, o cabellos rojizos, lo que señala es que son jóvenes "vestidos

Corre la sangre.

Corre la sangre, se mancha la tierra. Corre la sangre por la cara de los asesinos, la mirada de la víctima, perdida, inerte. Una sonrisa nerviosa, silencio. Lágrimas de una madre. Silencio. Se caen las caretas con un estruendo. Se rompe la paciencia, se desintegra el miedo Oh Capitán, mi Capitán... ¿Cuánto más tendrán que quitarnos? Nada más. Armados con nada más que valor y rabia acumulada, van los grandes, los verdaderos grandes, con la bandera al hombro, manchada de sangre, manchada de la sangre de cada hermano que muere a fuego. Almas ardientes, cuerpos que hierven de indignación, la adrenalina corriendo por el cuerpo, no hay nada que perder sino la patria. Y te apuntan, tus hermanos te apuntan, en defensa de los peces gordos, en defensa de aquellos que nos observan desde arriba, peleándonos unos con otros, y los botones vuelan de sus camisas cada vez que ríen, por sus estómagos llenos de la comida del pueblo. Y los de abajo lloran, gritan, y mueren. Armados con nada má