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Mostrando entradas de 2017

Doce, el número uno.

El terrible frío de la noche y de la soledad, tu rostro pálido y tu mirada profunda, vienen a mi mente. Tu espalda desnuda, respirando profundo a mi lado. Tus besos suaves y húmedos, por todo mi cuerpo. No puedo evitar llorar, y sonreír, porque te extraño y te necesito a mi lado. Mi amante, mi mejor amigo, mi compañero, lejano y siempre cerca de mi corazón. Te amo, susurro para mí misma, esperando que la fuerza de mi anhelo, te haga llegar el mensaje. Te amaré, pienso, como si pudieras escucharme. Las caminatas en las tardes, el amor salvaje y delirante, el placer tibio y húmedo, que tú me enseñaste. Las millones de puertas que me abriste. Creo en ovnis y en hadas, desde que estás a mi lado, más importante aún, creo en el amo como jamás había creído. El sabor de las cervezas, tu voz cantándome al oído, por encima de la música, mientras me bailas, tu mano en mi cintura, en mis caderas, en mis nalgas,  bajo mi f

Irresistible e insoportable.

Irresistible e insoportable. La persona que más amo cumplió veinte años ayer, y se siente absolutamente feliz y llena de dicha por las maravillosas personas que tiene a su alrededor. Con su hermoso cabello rubio, su piel clara salpicada de pecas esporádicas, su sonrisa contagiosa y sus bonitos ojos marrón recibió sus veinte ebria de felicidad y cerveza junto al hombre de su vida y una de sus mejores amigas, bailando como loca, que es la única forma en la que sabe bailar. Graciosa, fuerte y sensible, finalmente alcanzó el segundo piso, que -con vergüenza- esperaba con ansias, y está profundamente agradecida consigo misma porque, venga, se aguantó durante veinte años y aún sigue viva. Besó sus manitos creadoras de letras que han tocado las pieles más suaves, escrito las letras más bellas, sostenido las más deliciosas cervezas, y tocado los corazones más magullados. Se miró al espejo y se dijo a sí misma "Joder, ya tienes veinte años siendo lo mejor que ha parido esta tierra

Lo terrible del mar.

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Lo terrible del mar, es morir de sed, lo terrible es la ironía, que aún rodeado de agua, el cuerpo se deshidrata, y lo mismo pasa con el corazón, cuando amamos por amar, sin amar. Porque cuando dos personas están juntas sin amarse, es amor lo que sangra. Por eso, si el lenguaje es otra piel, toquémonos más con mensajes de deseo, porque a pesar de que el silencio no es tiempo perdido, esta noche quiero amarte como nadie nunca te ha amado, sé que huyo porque amo, pero esta noche, aquí estoy. Ven, sin escatimar, pronto saldrá el sol y algún daño repondremos. Sé que el diablo frecuenta soledades, hoy vengo a visitar la tuya. Sé que quieres, sé lo que quieres, aunque lo niegues, no te confundas no sirve el rencor, son espasmos después del adiós. Sin embargo, no me iré de aquí, no me iré de tu lado, quiero tenerte así por horas y horas. No pienses, lo que seduce nunca suele estar donde se piensa, entonces no lo niegues, el fin de la pasión es que lo oculto se vea. Y es que cómo no ama

Sempiterno.

Desde el preciso día en que vi tu sonrisa iluminar mi vida desde el otro lado de la calle supe que el fin estaba cerca. El fin de mi cordura –la poca que me quedaba para entonces-, por supuesto. Desde el primer mensaje, confuso y divertido, supe que esta sería una historia descabellada y emocionante. Desde el preciso instante en que te vi a través del cristal del café donde te esperaba impaciente, terminando tu cigarrillo con nerviosismo antes de entrar, sin sonreír, mientras me tomaba un café, sin esperar nada a cambio, supe que te querría para toda la vida. Desde el preciso momento en que nuestros labios se unieron en un beso tierno e inocente, sin mucho compromiso y con bastante emoción, desde ese instante, supe que este amor sería sempiterno. ¿Y cómo no? Si despertar cada día a tu lado es lo que me da la fuerza para seguir y las ganas de quedarme en la cama, en medio de la desnudez y tu calor, sintiéndote contra mis nalgas, respirar pausado, como si nada te preocupase, com

Te amo como el demonio.

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Tumbada en la hierba veía tu espalda extenderse ante mí, pálida y lisa, y pasaba mis dedos por tu piel deliciosa, casi sin tocarla, como si no fuese digna de aquel honor, y miraba embelesada mis dedos rozar tu espalda, apretando cada vez más, para fusionar tu piel con la mía. Pasé mi nariz siguiendo el camino que habían marcado mis dedos, aspirando el delicioso olor que emanaba tu piel, intentando dejarlo grabado en mí, intentando entenderlo sin lograrlo. Y luego con mi lengua dibujé una línea, de abajo hacia arriba, hasta la nuca, y me detuve ahí, deposité un suave beso, te sorprendiste ante el contacto pero no dijiste palabra. Todos los días intento explicar con palabras la forma mística en que me haces sentir, la felicidad que me produce la cotidianidad a tu lado, el despertar y ver tu rostro simpático durmiendo del otro lado de la cama, de tu lado de la cama, y que me sonrías por la mañana, prepararte el desayuno y verte comerlo con placer. A veces te observo cuando no me

Seguimos.

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Estoy cansada. ¿Cuántas veces he empezado a escribir usando esta frase? Cualquiera pensaría que hace años que no puedo andar, que el agotamiento me gana. Pero no, aún cansada me levanto cada mañana a trabajar, por mí, por él, por esto, sea lo que sea -el país, me refiero, que ya no sé qué es.- Quisiera volver a escribir sobre el desamor o sobre libros fantásticos, pero este guayabo de mi tierra me tiene tan mal, que la tristeza me ahoga de vez en cuando, me pasa que algunas noches no puedo dormir, sacando cuentas, pensando en lo magullado que está mi país, para tratar de dormir, fantaseo con que vivo en un país donde puedo ir al súper y comprar lo que quiera, ir a una universidad de calidad y aplicar para un empleo que me dé lo que necesito para vivir. ¿Cómo es que la cotidianidad se volvió tan titánica en Venezuela?  A veces no duermo, tengo una pesadilla constante en la que me quedo aquí, para siempre, sin oportunidades, sin ganas de seguir y con mucho miedo, y luego me matan, y s

¿Qué más da?

¿Qué más da? pensé, y sonreí.  Quiero una vida contigo, quiero despertar a tu lado y dormirme a tu lado, recorrer el mundo contigo, casarnos, besarnos 47 veces al día y hasta más, hacer el amor en la alcoba, en el baño, en la cocina, en la mesa, en la oficina, en el piso y donde nos lleguen las ganas, reírnos a carcajadas y jugar como un par de niños.  Quiero una vida contigo, visitar París y Roma, ir a las Malvinas, Grecia, Hungría, Portugal, España, Ecuador, India, China, Perú, Japón. A tu lado quiero ver la muralla china extenderse frente a nuestros ojos, el atardecer en La Toscana y una noche estrellada en el Caribe. ¿Qué mas da si lo digo en voz alta? No soy menos valiente por amarte tanto, no soy menos valiente por entregarte todo, no soy menos cobarde si me lo callo. ¿Qué más da? Si te amo, te amo, te amo, y quiero que todo el mundo lo sepa, quiero que tú lo sepas, que te amo, y que sin ti la vida... es igual de bonita, pero contigo, querido, contigo todo tiene un sabor dif

Yo, que ya valí madres.

Envuelta en un halo de magia y misticismo me convertí en la musa olvidada de un poeta que nunca surgió, yo, tan simple y compleja a la vez, tan terrible como una tormenta y tan suave como la brisa que entra por la ventana de tu habitación por las tardes, yo, a veces tan torpe, que voy por la casa desnuda, como flotando, sintiendo el frío piso bajo mis pies y tu mirada fija en mis nalgas. Yo, que siento placer de las cosas simples de la vida, la primera taza de café de la mañana, una cerveza fría en un día caluroso, el beso de bienvenida, hacerte el nudo de la corbata, un abrazo por la espalda mientras cocino, la caligrafía perfecta en mis apuntes ordenamos, el olor de mi perfume, el amor intenso. Yo, que al igual que Sabina me pregunté ¿Quién me ha robado el mes de abril? Me convertí en una compulsiva sin remedio, después de pasar demasiado tiempo siendo una pequeña, crecí de golpe, en medio de un ambiente hostil, miradas desesperadas, comentarios hirientes y risas histéricas, crecí

Siempre juntos.

Estos últimos meses me parece que en mi camino se han puesto diez mil señales, en el trabajo nos hicieron ir a una conferencia sobre el cambio en la juventud y todo ese tema tedioso de que hacemos todo mal, pero la verdad es que creo que fueron las dos horas mejor invertidas de mi año, la conferencia fue buenísima en general, pero la parte que más me sorprendió fue la parte del amor y el compromiso, me dio un poco de tristeza darme cuenta de que mi generación simplemente no puede comprometerse, le huye al compromiso, es como si no pudiera amar a una sola persona, como si temiera verse tonta por estar enamorada. Estoy entrando a una relación nuevamente, luego de un tiempo de estar sola y de intentar conocerme a mí misma, pensar lo que quería, lo que sentía que me convenía y sobretodo comenzar a amarme, porque había perdido mucho de mí en el año anterior, en fin, cuando comencé esta relación me di cuenta que empecé a amarlo esperando que me fallara, esperando el final, porque para mí, i

Aquí no se habla mal de Chávez.

"Aquí no se habla mal de Chávez." Parece una frase salida de un Chavista Radical ¿Cierto? Bueno, supongo que así fue. Esta campaña iniciada por Diosdado Cabello me recuerda un par de cosas, primero, un extracto acerca de la tiranía que recomendó mi profesor de Derecho Penal, que consiste en un conversación entre Hierón y Simónides, acerca de la infelicidad del tirano, y me recuerda también, una anécdota que cuenta Laureano Márquez, sobre Carlos Soublette.  En primer lugar, me recuerda a esa conversación sobre la infelicidad del tirano, porque no imagino que tan infeliz debes ser, para tener que decretar que no se habla mal de alguien.  Digo, siendo una figura pública (especialmente una tan polémica) es totalmente normal que se hable de él (bien o mal) Y por otro lado, es muy relativo "hablar mal" de alguien ¿Está mal decir la verdad? ¿Cuál es la verdad? ¿Y las opiniones? ¿Qué hay de la libertad de expresión?  "Pueden decir lo que quieran, mientras sea buen

Es difícil.

"Es difícil" dijimos, aunque la verdad no era difícil, aunque era como caminar un sendero. Poco a poco, andando hacia arriba, apreciando la vista. El amor es difícil, dijimos. No es difícil,  el amor es muchas cosas, el amor es paciente, el amor es respetuoso,  el amor es humilde, pero no es difícil. No es difícil, puede que a veces sea doloroso, siempre es generoso, nunca egoísta, es amable,  a veces celoso,  pero nunca, jamás es difícil. El amor es difícil, dijimos, mientras nos amábamos sin mesura, sin cansarnos, sin detenernos para tomar un respiro. El amor es difícil, dijimos, mientras seguíamos con los dedos, la geografía del otro, nos aprendíamos su historia, y revivíamos su alma con besos. El amor es difícil, dijimos, mientras tocábamos nuestros corazones, y caminábamos de la mano, como por un sendero. El amor no es difícil, para nada, pero a veces fatiga, y he ahí el secreto, no te detengas,  lleva siempre el mismo ritmo,

Cotidianidad.

"Nunca tuve tantas ganas de ponerle a mi rutina tu nombre como ahora. Es como añadirle una exclamación a un puñado de frases corrientes." -Elvira Sastre. El día más feliz de mi vida, fue el día en que me di cuenta que eres parte de mi cotidianidad. Me desperté esa mañana, como de costumbre, demasiado temprano, me estiré y te miré dormido a mi lado, sonreí al ver tu pecho subir y bajar lentamente y rocé tu cabello con mis dedos, deposité un beso en tu mejilla y te revolviste dormido.  Fui a lavarme y luego a preparar el desayuno, te hice tu comida preferida, porque ese día sentí que te amaba un poquito más, dejé todo preparado mientras tomaba una ducha y comenzaba a arreglarme, noté que me observabas desde la cama, sin decir palabra, estás ciego como un topo, así que te vi entrecerrar los ojos de esa forma tan graciosa en que lo haces.  Cuando estuve lista te escuché levantarte mientras servía la mesa, no sé cómo lo haces, pero tienes el don de estar preparado en

Margaritas

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Miraba las margaritas en sus manos, le traían infinitos recuerdos, a su mente se vino la nena de trenzas que solía ser, corriendo de un lado a otro en el pequeño departamento que compartía con su madre, antes de acompañarla al mercado los sábados por la mañana pasaban a comer unos deliciosos pasteles de carne,  y luego iban de compras, su madre siempre compraba un ramo de margaritas para adornar la casa, desde entonces se convirtió en su flor favorita. Cuando era una adolescente, aún bajita y sorprendentemente pálida, un chico tembloroso y asustadizo le regaló margaritas, y un beso, ella no pudo sino sonrojarse y agradecer casi sin voz. Y después con el tiempo, ya nadie le regaló margaritas. Entró a la universidad y conoció a ese hombre de espalda ancha y piel de porcelana, no lo conoció en la universidad, pero ella estaba en la universidad y de ese tiempo sólo puede recordar la preocupación constante, los apuntes por toda la mesa y los orgasmos que él provocaba… y la forma en q