Yo, que ya valí madres.

Envuelta en un halo de magia y misticismo me convertí en la musa olvidada de un poeta que nunca surgió, yo, tan simple y compleja a la vez, tan terrible como una tormenta y tan suave como la brisa que entra por la ventana de tu habitación por las tardes, yo, a veces tan torpe, que voy por la casa desnuda, como flotando, sintiendo el frío piso bajo mis pies y tu mirada fija en mis nalgas.
Yo, que siento placer de las cosas simples de la vida, la primera taza de café de la mañana, una cerveza fría en un día caluroso, el beso de bienvenida, hacerte el nudo de la corbata, un abrazo por la espalda mientras cocino, la caligrafía perfecta en mis apuntes ordenamos, el olor de mi perfume, el amor intenso.
Yo, que al igual que Sabina me pregunté ¿Quién me ha robado el mes de abril? Me convertí en una compulsiva sin remedio, después de pasar demasiado tiempo siendo una pequeña, crecí de golpe, en medio de un ambiente hostil, miradas desesperadas, comentarios hirientes y risas histéricas, crecí de golpe, la realidad me dio un coñazo en la cara, me escupió y después me ayudó a levantar, y yo no supe qué estaba pasando.
Yo, en medio de la melancolía y el desamor, escondo en mi cabello tus más profundos secretos.
Yo, que para algunos soy una ninfa, y para ti, una mujer y nada más.
Yo, que no entiendo tus sentimientos, ni los míos, ni los de nadie, porque no entiendo la vida, porque no le veo más sustancia que nacer, vivir, joderse, joder y morir.
Yo, que me la paso divagando, escribiendo incoherencias y luego pretendo que alguien las lea, como si valiera la pena, como si alguien pudiera hilar mis pensamientos que salen a borbotones de mi mente, como vómito, como una fuente, como... como una fuente, como una fuente.
Yo, que tengo ideas efímeras cuando me miro al espejo y veo mi piel blanca reflejada, mis ojos café devolviéndome la mirada, y cuando voy a escribir, entonces me parece incoherente y superfluo.
Yo, que siento compasión por todos, hasta por mí misma, muy a mi pesar.
Yo, que no consigo entender el significado de algunas palabras, "siempre", "infinito", "verdad".
Yo, que a veces ni siquiera recuerdo -recuerdo, porque yo también recuerdo- qué es bueno y qué es malo, qué pasó y qué fue un sueño, cuándo sí y cuándo no.
Yo, que carezco de resiliencia.
Yo, que escucho que todos dicen que soy fuerte, prudente, honesta, humilde, tierna, y a veces sólo veo en mí a una terrible persona, con un carácter de mierda, una imaginación hiperactiva y la bocota más grande del mundo.
Yo, que ya no sé lo que escribo, porque ya no puedo escribir, porque ya no estoy triste, porque ya no soy escritora.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las 15 mejores películas adolescentes.

"一日三秋"

Y grita ¡Viva Fidel! - Poema Cubano.