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Mostrando entradas de abril, 2013

Manías mías.

Leer el último párrafo de todos los libros. Oler los libros. Morderme los labios cuando estoy nerviosa. Arreglar un cuadro cuando lo veo torcido. Quedarme mirando un punto inconcreto en el espacio. Inventarle una historia a todo el mundo cuando voy sola en el colectivo. Sonreír cuando una persona me parece agradable a simple vista. Escribir todo lo que se me ocurre. Tener dos libros en el bolso, uno que leo y uno sin leer, por si se acaba el que estoy leyendo. Llorar la muerte de Jaime Trueba cada vez que me acuerdo. Lamerme los labios. Enamorarme de personajes ficticios.  Tú. Y otras manías mías... 

Hacer de tripas corazón.

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Llegó con su par de ojos fríos y negros, como la noche, con un destello de travesura, de diversión, de burla, me sonrió y me dejó a sus pies, en cuestión de una sonrisa, me enamoré. Noches de risa, días de miradas, susurros cortados por gemidos, besos parcialmente repartidos...  Me llenaste más que nadie, amaba todo de ti, desde los hoyuelos de tus mejillas cuando sonreías, como tus ojos se achinaban cuando reías, tus manos grandes y tu actitud posesiva. En cuestión de un jalón de cigarrillo... me dejaste. Suspiré con aceptación, hice de tripas corazón, y guardé mis sentimientos en un cajón, la tristeza por tu decepción, el anhelo por tu ausencia, la ira por tu engaño, el odio... por ser tan tonta. Me mordí los labios, solté más lágrimas de las que quiero aceptar, pero cada herida sanó. Uno cree que funciona, guardar todo y ocultarlo, porque así fue, mis sentimientos quedaron resguardados bajo una sábana en un rincón de mi alma, pero luego pasaron cosas peores que tu partida, y e

Enciérrenme en mis libros.

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23/04. Día del libro y del idioma. Letras, letras, letras, líneas y vida, me alimento de cada frase, me imagino cada escena, lloro con cada drama y río con la comedia. Soy esclava de lo que digo, de lo que escribo, pero me libero en los libros. Enciérrenme en mis libros, que ahí soy feliz. Tengo una vida, un amor, sonrisas, lágrimas, suspiros, y enojos. Mis amados libros, mis eternos amigos, un libro es una aventura, una vida nueva.  Cada libro te lleva a un nuevo mundo, a nuevas experiencias... leer, es viajar desde una butaca. " Todo aquel que lee, deja en un cajón de sus recuerdos una anécdota más para su existir." Recuerdos de una nueva historia, de nuevas cosas que contar. Quién lee no vive una vida, sino muchas vidas. Por eso, son los libros nuestra mejor escapatoria. Enciérrenme en mis libros, mejor eso a que me los quiten. Un libro es un arma mil veces mejor que una bala.  ¡Feliz día del libro! Sigan poniendo un libro como escudo entre ustedes y la cru

"¿Quién me ha robado el mes de abril?"

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Un mes, ese fue el tiempo que estuvo en mi vida, puedo asegurar que nunca fui tan feliz, ni antes ni después, el mejor tiempo de mi vida, siempre lo guardé como un secreto, como un tesoro, luego me di cuenta de que cada vez lo recordaba menos vívido... menos nítido.  Lo tenía ahí, en el rincón más recóndito de mi corazón, y por no querer inmortalizarlo, terminó pereciendo inevitablemente, quedando simplemente como un recuerdo absurdo, un sueño dentro de un sueño, algo que dudaba fuese realidad.  Y conocí a otros, pero buscaba en ellos detalles pequeños que me recordaran a él, lo que fuera, un lunar, una mueca, un hábito, una manía, un orgasmo, una lágrima... lo que fuera. Lo único que encontré alguna vez, fue su voz, casi igual, entonces me casé, tuve hijos, un empleo, y todo lo hice con los ojos cerrados, para que cada vez que hablara me sintiera un poco con él, revivía mi recuerdo cuando los niños no me asfixiaban, cuando tenía tiempo para mí. Ya no soy una chiquilla, ya no soy l

Cinco.

Uno. El vino moviéndose en la copa, el temblor de mi mano, las lágrimas que surcan mis mejillas, el corazón desbocado, el sentimiento de vacío, el miedo. Dos. La copa haciéndose añicos, mis ojos apretados para no ver nada, la sangre saliendo a cantidades inexplicables de mi mano, que aún retiene algunos cristales. Tres. El dolor en la planta de los pies, producto de las pisadas sobre el cristal, dolor que no se iguala al dolor sentimental, la rabia, mis mandíbulas apretadas. Cuatro. Tus brazos rodeándome mientras me sacudo, los gritos que parecen rasgar mi garganta, las ganas de ser libres, y el llanto. Cinco. Tus palabras suaves en mi oído, mi corazón latiendo cada vez más lento, la sensibilidad volviendo, el dolor agudizándose, la sangre, y tus lágrimas preocupadas cayendo en mi rostro. -Perdón.- Murmuré con voz cansada.  -¿Qué pretendías?- Preguntaste entre molesto y preocupado. -Yo sólo quería igualar el dolor...- Susurré mirando al vacío. -¿Igualarlo?- Asentí mientr

Quiero vivirte.

Anoche te pensé, por bastante tiempo, el suficiente para recordar tu ausencia, y te lloré, te lloré como lo hago cada noche, la espera duele, cariño. Quiero vivirte... Quiero amarte hasta que me sienta infinita. Quiero besarte hasta borrar la huella de cualquier otra mujer de tus labios. Quiero abrazarte hasta que sientas que soy parte de ti. Quiero que me ames hasta que me sienta mujer. Quiero mirarte y sonreír. Quiero dejar de esperarte. Quiero sonreír contigo. Quiero dibujarte un mundo. Quiero hacerte poesía. Quiero hacerte eterno. Quiero hacerte mío. Quiero susurrarte que te amo. Quiero discutir hasta rabiar sólo para que al final todo se arregle con un beso. Quiero ser tuya. No, no quiero vivir contigo, no quiero vivir de ti... QUIERO VIVIRTE.

"Más guapa que cualquiera."

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Ella no tenía nombre, así de simple, no disponía de un nombre porque ni siquiera pertenecía a este mundo, tenía ojos de color café, tan deliciosos que sumergirse en ellos era como beber de dicho café por la mañana, su cabello era una cascada de rizos desordenados, que le rozaban las pálidas mejillas de manera casual, tenía aspecto huraño y parecía dormida todo el tiempo, irradiaba cansancio y enfermaba continuamente, tenía labios carmín, gruesos y deliciosos. "Y aunque sé que no era la más guapa del mundo, juro que era más guapa... más guapa que cualquiera." Ella solía sonreír con facilidad, llorar con facilidad, se encerraba en ella misma de vez en cuando y no salía por días, se quedaba metida en sus libros, en sus cosas, y no gustaba ver el mundo, detestaba el sol esos días, prefería la nostalgia, y dormía cada vez que podía... era tan guapa. "Y aunque sé que no era la más guapa del mundo, juro que era más guapa... más guapa que cualquiera." Sus caderas eran m

Añoranza.

¿Cómo es posible? Por favor, que alguien me explique ¿Cómo es posible que lo extrañe a tal punto? ¿Cómo añoras algo que jamás pasó? ¿Cómo eres capaz de sentir que te quitaron algo que nunca fue tuyo? ¿Cómo extrañas a alguien que no conoces? No lo termino de entender. Es imposible, utópico, absurdo, inverosímil, inasequible, y pare de contar... y sin embargo, aquí estoy, llorando a alguien que nunca tuve, extrañando fantasmas, necesitando mentiras. Quizás es masoquismo, no lo sé, pero les puedo asegurar que no hay dolor más grande que el de estar enamorada de una persona que simplemente: No existe. Y sí, están en todo el derecho de pensar que soy extraña, pero cuando vives en los libros, y no en el mundo real, terminas enamorada de personajes de libros, porque no puedes enamorarte de alguien que no está cerca de ti, incluso estando tan cerca. Porque creo más en esta mentira, que en ellos, porque es más sincero su silencio, que las palabras de ellos, porque es más puro su amor, que c

Y el frío.

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Tu aliento rozando mi oreja en un susurro cálido, tus labios dejando huellas silenciosas en mi nuca, tus brazos rodeando mi cintura, apretando un poco más cada vez que hablas, como si me fuera a esfumar, aunque ambos sabemos que no podría irme de aquí, no podría alejarme de ti. Tu mano tomando la mía, tú guiándome entre besos risueños hasta la cama, tus manos ciegas quitando las prendas una por una, tus besos siguiendo el camino que trazan tus dedos, tus susurros en mi oído, las sonrisas compartidas. Las sábanas cubriendo mi cuerpo, tu respiración satisfecha y tranquila, tus dedos haciendo círculos en mi espalda, tus labios curvándose en una sonrisa traviesa, tus besos traviesos vagando por mi cara, mis suspiros enamorados llenando la habitación, y el sueño consumiéndome. Tus brazos rodeándome y atrayéndome hacia ti, posesivo, protector, mi cuerpo temblado por el aire helado, y tu sonrisa que aparece mientras me proteges. Y el frío... 

Sentir

Esos días, en que te sientes un completo asco, en que te sientes menos que todos, en que eso es lo único que quieres... sentir. Sentir el piso bajo tus pies, frío, duro, para saber que estás sobre la tierra, que no saldrás volando como deseas. Sentir el viento en tu cara, frío, fresco, para se lleve todo lo malo y traiga algo nuevo. El alcohol quemando tu garganta, como fuego, ardiente, para que se lleve el sabor amargo que deja el dolor. Sus besos sobre tu cuello, húmedos, calientes, para que dejen huella, para nunca olvidarlo, para sentirlo cerca. Las lágrimas rodando por tus mejillas, calientes, saladas, para recordar cada palabra, cada punzada de dolor. El dolor en tus dedos al escribir, para poder recordar que hay ciertos dolores que curan, que son necesarios. Sentir... sentir... sentir... Sentir lo bueno, lo malo y lo peor, sentirse bien, sentirse mal, sentirse feliz, triste, enojado, frustrado, pero sentir. Querer sentir para recordar que estás viva, que despué

A dormir en el regazo de la noche estrellada.

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A dormir en el regazo de la noche estrellada, ignorando los ruidos de esta ciudad desvirgada, a dormir bajo el enigma del amor, a dormir tan juntos que soñemos las mismas cosas. Acompáñame, en el único momento en que soy completamente débil, completamente inocente, acompáñame a ser de nuevo simplemente una niña. Porque incluso en nuestra desnudez, bajo las sábanas y la oscuridad de la noche, con mi respiración acompasada, lenta y calmada, soy simplemente una niña, con una facilidad de soñar increíble, aunque eso también lo posea despierta. Acógeme en tus brazos, permíteme dormir en tu pecho y escuchar los latidos de tu corazón, que hacen eco en el mío, en la protección de tus brazos, esos en los que me siento en casa. Tus brazos, no puedo sino sonreír de pensar lo segura y plena que me siento entre ellos, porque puedes besarme, acariciarme y hacerme estremecer mientras me haces el amor, pero cuando me abrazas, cuando me estrujas contra tu pecho y sonríes por el hecho de tenerme ent

Mi Hamartia.

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Hamartia ... Aristóteles usó este término para describir un "error trágico."    " Es el error fatal en que incurre el "héroe trágico" que intenta "hacer lo correcto" en una situación en la que lo correcto simplemente  no puede  hacerse." Pero si al caso vamos ¿Qué es lo correcto? Lo correcto es relativo, para mí, lo correcto es algo que por los momentos considero utópico, así que suponiendo que soy el héroe trágico, que intenté hacer lo correcto, y que en esta situación   no puedo hacerlo, debo suponer que estoy en mi Hamartia, mi error trágico, mi pecado, mi fallo, mi defecto. Es quizá por eso que caí en este constante estado de melancolía, porque, no he logrado mi cometido, soy el héroe trágico que no ha llegado a su meta. Quizá es un poco pretencioso autoproclamarme el héroe trágico, porque eventualmente la meta de un héroe es morir con honor, salvar a su amor aunque le cueste la vida, o proteger un impero, y mi fin es tan frívolo que no me

Resucitame.

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Un susurro, es lo único que escucho del mundo, un susurro... no estoy aquí, aunque estoy, no quiero dormir pero duermo, no quiero comer pero como, no quiero vivir... pero vivo.  Tengo miedo, tristeza, incertidumbre y me siento sola y aislada, mi comportamiento huraño se ha vuelto más agudo y mi poca capacidad para socializar está últimamente en su máxima expresión. No estoy feliz. Y es que desde que noto su ausencia, no siento que nada esté bien, él tiene todo lo puro y bueno que había en mí, ahora estoy tan vacía, y lo único que me llena son mis amigos de hojas amarillentas, mis fieles compañeros. Esconder la nariz más hondo en el libro, escuchar música que entienda como me siento y llorar por las noches, o en la ducha es lo que me queda. Una depresión constante, un miedo irracional y un vacío que no se llenará sin eso que necesito y espero con ansias. Ven, por favor, líberame de toda esta tristeza, seca mis lágrimas, recorre el camino de mi espalda con tus besos, lléname entera