Me quiero quedar.
Caminamos torpes, ignorando demasiadas cosas a nuestro alrededor, con la única certeza de que tenemos al otro al lado, y muchas veces lo olvidamos, y nos movemos sin conciencia alguna del daño que nos hacemos, pero cuando lo notamos, siempre nos comunicamos por suspiros, por miradas profundas y sonrisas delicadas, para terminar abrazándonos y enjuagándonos las lágrimas.
Tu ausencia duele, aunque te siento caminar a mi lado noto como algunas veces te quedas atrás, dubitativo, inseguro, y sólo tengo ganas de tomarte de las manos y pedirte que sigas, pero tú lo lees en mi mirada triste y cansada, y continúas caminando, aunque no sé qué pasa por tu cabeza, y tu mirada es un laberinto que aún resuelvo, tengo la vaga certeza de que me amas.
¿Sabremos soportar la vida cuando lleguemos? ¿Sabremos traducir a palabras los suspiros, las miradas, las sonrisas, los abrazos? ¿Sabremos decirnos la verdad aunque duela en el pecho y nos tranque la garganta? ¿Sabremos ser verdaderamente sinceros? ¿O viviremos ambos en una mentira, sin saber que el otro también quería escapar?
Me quiero quedar, me quiero quedar siempre con tú enorme y protectora mano tomando la mía, con tus ojos mirando en la misma dirección que los míos y con tus brazos acunándome cuando me sienta desfallecer. Me quiero quedar, me quiero quedar siempre con tu mirada intensa sobre mi cuerpo desnudo, con mis brazos rodeándote en las noches, con mis besos suaves en tu frente cuando te quejas y mis manos delicadas acariciando tu espalda cuando me abrazas. Me quiero quedar, me quiero quedar para ser uno.
Pero te pido con las lágrimas a medio salir, y las manos vacías que me digas si no te quieres quedar, y me llevo mis sonrisas, mi cansancio, mi paciencia y mi impaciencia, dime si no te quieres quedar y me llevo mis besos suaves y mis caricias delicadas, puedes irte cuando quieras, pero no me eleves para dejarme caer.
Sin embargo, y a pesar de los miedos, me quiero quedar, aunque el golpe vaya a doler y aunque el corazón se me vuelva de plomo, me quiero quedar.
Tu ausencia duele, aunque te siento caminar a mi lado noto como algunas veces te quedas atrás, dubitativo, inseguro, y sólo tengo ganas de tomarte de las manos y pedirte que sigas, pero tú lo lees en mi mirada triste y cansada, y continúas caminando, aunque no sé qué pasa por tu cabeza, y tu mirada es un laberinto que aún resuelvo, tengo la vaga certeza de que me amas.
¿Sabremos soportar la vida cuando lleguemos? ¿Sabremos traducir a palabras los suspiros, las miradas, las sonrisas, los abrazos? ¿Sabremos decirnos la verdad aunque duela en el pecho y nos tranque la garganta? ¿Sabremos ser verdaderamente sinceros? ¿O viviremos ambos en una mentira, sin saber que el otro también quería escapar?
Me quiero quedar, me quiero quedar siempre con tú enorme y protectora mano tomando la mía, con tus ojos mirando en la misma dirección que los míos y con tus brazos acunándome cuando me sienta desfallecer. Me quiero quedar, me quiero quedar siempre con tu mirada intensa sobre mi cuerpo desnudo, con mis brazos rodeándote en las noches, con mis besos suaves en tu frente cuando te quejas y mis manos delicadas acariciando tu espalda cuando me abrazas. Me quiero quedar, me quiero quedar para ser uno.
Pero te pido con las lágrimas a medio salir, y las manos vacías que me digas si no te quieres quedar, y me llevo mis sonrisas, mi cansancio, mi paciencia y mi impaciencia, dime si no te quieres quedar y me llevo mis besos suaves y mis caricias delicadas, puedes irte cuando quieras, pero no me eleves para dejarme caer.
Sin embargo, y a pesar de los miedos, me quiero quedar, aunque el golpe vaya a doler y aunque el corazón se me vuelva de plomo, me quiero quedar.
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