Tú país está ¿feliz?

Mi país, tú país.
Creo que nunca me sentí tan venezolana como ahora, estando en el exterior cuando me di cuenta que aunque no lo queramos, aunque no queramos creer en las fronteras, aunque tengamos una idea romántica de que el mundo es de todos y de que no importa donde pises, cualquier tierra es tu madre, aunque pensemos que una extensión de tierra no nos define, nuestro país nos duele, nos hace falta e incluso frente a los paisajes más hermosos, no hay nada como el hogar.
Mi país, tú país.
No quiero hablar de las cosas hermosas que tiene Venezuela, a pesar de que a veces me cuesta recordar por qué me fui, quiero hablar de las cosas que me duelen de mi país.
El domingo se presentó la obra de teatro más grande que nuestro país ha visto, todos conocíamos el guión de memoria, pero no pudimos evitar susurrar "hijos de puta" al final de la obra, ese fue nuestro aplauso, así demostramos que aunque el montaje les quedó excelente, todos sabemos que no es más que eso, un show vulgar, mísero y de mal gusto.
Hay gente muy inmersa en este circo, que no ve las artimañas tras el telón, pero ¿cómo no? si a veces a mí misma me cuesta creer lo que pasa, y lo viví durante veinte años.
Intento explicarle constantemente cómo funciona la economía en Venezuela a los Ecuatorianos que me preguntan, pero nadie parece entender términos como "hiperinflación" "control de cambio" o "dólar paralelo" nadie entiende por qué en un país no habría efectivo, o por qué un producto costaría más al ser pagado con tarjeta.
Intenté explicar que en mi país es difícil salir después de las seis de la tarde, que estuve meses sin clases porque había protestas diariamente, que el Gobierno asesinó a decenas de jóvenes por oponerse, por querer un cambio, por alzar la voz, pero nadie parecía entender, nadie comprende por qué un Gobierno "legítimo" y "democrático" armaría civiles para que disparen contra otros civiles, nadie comprende por qué el precio de los productos cambiaría semanalmente, nadie entiende por qué un kilo de carne cuesta tres veces tu sueldo, o un cartón de huevos sobrepasa el monto de tu bono de alimentación.
Cuando le dices a un Ecuatoriano "en Venezuela ganaba un millón doscientos mil bolívares" piensan que es mucho dinero, no los culpo, parece una cifra muy alta, pero actualmente no son ni dos dólares.
Nos llenaron la cara de mierda, quisiera usar un lenguaje menos coloquial pero no encuentro otro término que encaje en este supuesto.
Honestamente pensé que volverían a retrasar las elecciones, que nadie es tan cara de tabla en este mundo, pero bueno, no espero nada de ellos y me siguen decepcionando.
Tampoco ha pasado mayor cosa en el país, por lo que veo, lo que me sorprende, no pensé que nos hubiesen hecho tanto daño como para limpiarnos la mierda de la cara, seguir caminando como zombies y seguir siendo parte de esta farsa.
A veces quisiera que no fuéramos un pueblo tan cobarde, en fin, mi país, tú país, está feliz.
"Todos estamos felices... completamente felices."

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