El caos.

Últimamente no he escrito absolutamente nada, para ser honesta, el caos que reina en mi país, y otro poco en mi vida me tiene desorientada, el caos básicamente se refiere a lo impredecible, algo que no veíamos venir.

A veces siento que todo necesita un nuevo orden, organizo varias veces las cosas a mí al rededor, no sé si para sopesar el caos que siento en mi interior, definitivamente Venezuela también necesita un nuevo orden.

Me siento algo desconectada a veces, no sólo de la política de mi país sino de la política en general y de otras muchas cosas que antes movían mi espíritu, algunos días me siento más lejos que nunca de casa, y otros, eso me hace feliz, la verdad es que siento que yo también soy un caos.

Tengo demasiadas cosas que decir, pero no logro organizar mis ideas para decirlas todas, aunque supongo que ahora que me planteé el problema me será más sencillo buscar la solución.

El caos que vive mi país, ese es el tema, ese caos que me ha convertido a mí también en un caos, que me puso una piedra pesadísima en el alma y a veces me cuesta tragar, me cuesta hablar, o dejar de hacerlo.

En fin, hay demasiado qué decir sobre el tema, que tengo mucho contenido para subir estos días, mientras tanto, si alguien me lee, y se siente igual que yo al respecto (o simplemente ya ni siquiera sabe como se siente), quiero decirle que no está solo, que no estamos solos, y al fin el mundo puede ver que no mentimos, que no exageramos, que sí, hay gente que come en McDonald's y que compra en centros comerciales, pero también hay niños que mueren en sus camas de hambre, enfermos que hace mucho que perdieron la esperanza y miles de madres al borde de la desesperación, y que a pesar de todo esto, ellos decidieron prender todo en fuego, literal y metafóricamente.