Sobre todo y todos.

"Sólo es enemigo mío tu nombre; pues tú siempre eres el mismo, no un Montesco. ¿Qué es un Montesco? No es ni la mano, ni el pie, ni el rostro, ni ninguna de las demás partes que pertenecen al hombre. ¡Oh! ¡Sé tu otra cosa cualquiera! ¿Qué hay en un nombre? Lo que llamamos rosa, tendría el mismo perfume aunque se le diera otro nombre cualquiera. Así, pues, aunque Romeo no se llamara Romeo, al perder el nombre conservaría sus perfecciones intactas. Despójate de tu nombre, Romeo, y en un trueque de ese nombre, que no forma parte de ti mismo, tómame a mí entera."

Ese hombre, que tantas veces la acompañó en su cama cuando la luna tomaba el lugar del sol en el cielo, cuando la claridad del día se veía sustituida por una negrura profunda, cuando la inmensidad se toldaba de estrellas... ese hombre era quizá su peor enemigo, y el amor de su vida.
Todo por un nombre que no tenía nada que ver con él, pues uno no es nombre sino corazón, no es edad, no es mentira o verdad, sólo es humano.
Y aunque dolía amar a escondidas, aunque dolía ser una utopía, esconderse en las sombras e imitar la onomatopeya del silencio no parecía doloroso al lado de estar lejos de quien se ama.

"¿Ya quieres separarte de mí? Aún falta mucho para amanecer: el canto que ha llegado a tus inquietos oídos es el del ruiseñor, no el de la alondra; toda la noche está cantando en aquel granado. Créeme, amor mío, era el ruiseñor."

Y cuando el sol asomaba sus rosadas mejillas detrás de las montañas, cuando  la alondra cantaba para dar paso al día y dejar la noche atrás, entonces ellos debían separarse, él le llamaba seguridad, ella crueldad, el insoportable dolor de estar separados los azotaba día a día, el esperar la noche se hacía cada vez más inquietante, pero la espera siempre valía la pena.

"La aurora de este día trae consigo triste paz, y el sol se oculta el rostro de dolor. Salid de este lugar e idos a hablar de estos lamentables sucesos. Algunos serán perdonados; otros tendrán su castigo; pues nunca hubo historia más dolorosa que la de Julieta y su Romeo."

Y al final, ninguno resistió, y sus padres lloraron su pérdida sin saber aún que ellos mismos los arrastraron a la muerte, sin saber que la causa de que sus cuerpos estuviesen inertes era el odio causado entre ellos mismos, sin saber... que se amaban sobre todo y todos.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las 15 mejores películas adolescentes.

"一日三秋"

Y grita ¡Viva Fidel! - Poema Cubano.