Últimamente...

Últimamente todo me produce una inmensa ternura, últimamente quiero amar todo aquello que se tope conmigo. A menos que me pueda devolver el amor, en ese caso lo deshecho. 
Últimamente todo me produce una inmensa felicidad, últimamente quiero hacer feliz aquello que se tope conmigo. A menos que me pueda devolver la felicidad, en ese caso lo deshecho.
Y no, no estoy incapacitada para recibir amor, tampoco estoy presa de un amor de antaño, simplemente, nunca me había sentido tan plena y satisfecha con mi vida.
De repente, todo tiene una razón, todo tiene un porqué. 
De repente no necesito nada más en mi camino. 
Es maravilloso, el sentirse vacía, tan vacía que te elevas, vacía, pero vacía de culpa, de miedo, de remordimiento, de tristeza, de arrepentimiento, vacía de todo aquello negativo que te preocupa y llena de metas, de sonrisas, de alegrías, que pesan muchísimo menos.
Es simplemente delicioso tener la certeza de que todo va a estar bien, todo va a estar de maravilla... porque no puede ser de otra manera.
Últimamente... sólo se puede reír a carcajadas.