Dramione: Capítulo 6: ¿Te gusta lo que ves?


La mañana siguiente Hermione iba caminando por el jardín con su bufanda, cuando se encontró a Pansy en el corredor. Quien le hizo una zancadilla, Hermione cayó al suelo con todo su peso sobre sus rodillas. 
-Sangre sucia, hola, hola.- Dijo Parkinson al tiempo que la empujaba al suelo mientras ella se levantaba. -No sabía que aparte de idiota eras fea, sinceramente no sé como alguien podría enamorarse de ti, morirás sola con tus libros Hermione Granger, si es que vives luego de esto sangre sucia inmunda, escoria del mundo mágico, eres una sucia muggle con un don demasiado grande para ti. Un asco de persona, la cosa más horrible que he visto.- y continuó caminando, y allí en el suelo, Hermione se sintió muy pequeña... 
Nunca le había importado lo que Pansy decía pero... ese día, ese día se sintió tan miserable, tan estúpida, tan horrible, tan humillada, que comenzó a correr mientras lloraba... llegó a una habitación del castillo que nunca había visto y se sentó en el suelo de ese pequeño lugar, y lloró. 
Lloró por horas hasta que por debajo de la puerta entró una papel que tenía escrito en fina caligrafía: 
"¿Por qué lloras Hermione Granger?"
No tenía un nombre, sólo eso, a Hermione le pareció tonto responder pero sin embargo lo hizo, justo debajo escribió:
"Me siento humillada, estúpida y nunca me había sentido tan fea, es tonto, es una niñada pero... me han insultado y me la he creído"
Y la devolvió, al cabo de un rato volvió.
"Quizá esa persona te tenga una enorme envidia, que no te humillen, eres una magnífica bruja, con excelentes poderes, y grandes virtudes... además si soy sincero, eres muy hermosa Granger"
Hermione se preguntó si era prudente hablar de eso con un extraño, cabía la posibilidad de que fuese un Slytherin e iría a contarle a Parkinson... 
¿Quién eres? 
Escribió insegura, y cuando volvió...
"Quien menos esperas, tranquila, esto quedará entre tu, yo y este papel... Hermione Granger... me gustas"
Hermione terminó de leer las últimas palabras y abrió la puerta de un golpe, pero para su sorpresa su compañero ya se lo esperaba y no había nadie afuera, salvo... un hermoso tulipán. 
Hermione entró a la sala común sin poder creer lo que le había pasado, se lanzó en un sofá y las palabras de Parkinson se convirtieron en una tonta niñada.
Draco Malfoy entró a su habitación. ¡MALDITA SEA! Pensaba. -En cuanto esa sangre sucia se entere que era yo el de las cartas... será demasiado tarde, pero sinceramente no puedo más con este deseo...- hablaba para si mismo, o quizá para Theo que estaba tendido en su cama sin saber de que hablaba Draco.
Se había arrepentido porque aunque Hermione no sabía que era él... era peligroso y además había admitido aunque anónimamente que tenía sentimientos y peor aún, que le gustaba una sangre sucia. 
La mañana siguiente en el gran comedor Draco miraba a Hermione, no sospechaba que era él, miraba a todos los chicos de su mesa, a los Ravenclaw y a algunos Hufflepuff pero jamás a Slytherin, se veía tan sonriente, tan linda, y cada vez que volteaba su falda dejaba ver un poco sus muslos, como le encantaría a Malfoy perderse en ellos, quizá era eso lo que le tenía... deseo. 
Esa noche Hermione decidió ir al baño de prefectos a tomar una ducha, era un lugar muy relajante.
Al entrar tiró su toalla y todos sus tónicos al suelo, ahí estaba Draco Malfoy, totalmente desnudo encendiendo la llave. 
-¡MALFOY! ¡Tápate! ¿Qué demonios?- Dijo Hermione al tiempo que levantaba sus cosas del suelo, Draco tómo su toalla y le pasó un frasquito que había caído cerca de él.
-¿Te gusta lo que ves Granger?- Dijo con una sonrisa pícara. 
-Por supuesto que no.- Dijo Hermione dándose la vuelta.
-Entonces ¿Por qué no te has ido?- Y sonrió 
-A eso iba.- Cuando estaba saliendo Draco tomó su brazo... ella sintió un cosquilleo, por alguna razón volteo con la esperanza de un beso, una caricia, un contacto.
-Te faltó este Granger.- Dijo Draco entregándole un frasquito, que ella tomó mientras le miraba a los ojos, esos hermosos ojos grises...
-Y Granger... buenas noches.- Dijo Draco de espaldas a ella, ella le observaba, como hipnotizada. 
-Adiós... y Malfoy... tal vez si me gusta lo que veo.- Dijo Hermione y salió dando pasos largos.Era la primera vez que Draco no la insultaba en una conversación. Ninguno de los dos sabía lo que había dicho o porque lo había dicho, pero esa noche Hermione supo que deseaba a Draco Malfoy, de una manera tan carnal que no parecía propia de ella y Draco entendió que si ponía un poco de esfuerzo, lograr su objetivo con la Gryffindor no iba a ser tarea difícil.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Las 15 mejores películas adolescentes.

"一日三秋"

Y grita ¡Viva Fidel! - Poema Cubano.