Dramione: Capítulo 8: Verde esmeralda.

Pasó mucho tiempo y Hermione y Draco no se cansaban uno del otro, nadie sospechaba nada, pues... nadie iba a sospechar de los enemigos mortales de Slytherin y Gryffindor... pero con el tiempo en sus corazones se formaban sentimientos que nunca habían experimentado. 
Draco comenzaba a sentir amor por Hermione, le daba celos verla con Weasley y cuando llegaba tarde se ponía triste porque pensaba que no iría o quizá se cansó de él.
Hermione sentía celos de Pansy y eso era muy lógico, sabía que se estaba enamorando de Draco y planeó decírselo, si él quería seguir entonces seguirían...
Un día Hermione llegó muy decidida a decirle a Malfoy lo que sentía y como siempre llegó al lugar y se lo encontró allí sentado en la mesa del saloncito.
-Tengo que decirte algo.- Dijo Hermione jugando con sus dedos, cerró la puerta y se paró frente a él, Draco estaba asustado pero no lo demostró.
-Anda, habla.- Dijo Malfoy.
-Draco... me estoy enamorando de ti y creo que eso es malo porque acordamos algo ¿no?- Dijo Hermione bajando la cabeza, Draco río con énfasis como burlándose pero en realidad no quería demostrar lo feliz que estaba, Hermione le miró muy enojada y en sus ojos se asomaron unas lágrimas al ver la actitud de Draco, dio media vuelta para irse cuando sintió los brazos de Draco rodeándola por detrás y su respiración en su oído.
-Quizá yo también me estoy enamorando Gra... Hermione- Dijo en su oído, pero ella no le creía, aunque el simple hecho de que hiciera eso la alegraba así que se volteó y besó tiernamente sus labios, ella lo separó.
-No tienes que mentirme.- Dijo mirándole a los ojos.
-No lo hago.- Dijo Draco con una mirada tan sincera que por un momento Hermione olvidó que era Malfoy quien hablaba, y allí estuvieron toda la noche, abrazados besándose y hablando tantas tonterías como les era posible... 
Esa noche Hermione volvió a su torre muy feliz y en la ventana había una lechuza salió y tomó el paquete, acarició a la lechuza y se sentó en su cama, abrió el paquete y había un anillo en forma de serpiente con una piedra verde por ojo, unas empanadas de calabaza en una bolsita de papel verde con detalles dorados y unas bolas de chocolate con nata de Cornualles envueltas en un papel transparente (muy mal envueltas pudo notarse, quien lo hizo estaba muy apurado) además de una carta que decía:
No mentía cuando dije que me estoy enamorando de ti, no estoy acostumbrado a decirlo y mucho menos a sentirlo, lo siento. Noté que no fuiste al gran comedor a comer esta tarde y debes tener hambre, por favor deja el postre para después... y el anillo, ha estado en mi familia por generaciones, me protege dice mi madre y cuando se lo vas a dar a alguien lo conjuras para que la esmeralda brille cuando estés pensando en esa persona, entonces cuando brille, recuerda que te... Te quiero Hermione Granger.
Draco Malfoy.
Hermione no daba crédito a sus ojos, buscó una cadena larga en su cofre y colgó el anillo el cual tenía un brillo singular en la esmeralda, sonrió y se lo colgó al cuello, se comió las empanadas de calabaza recordando dejar el postre para después luego se comió una bola de chocolate y le dio una a Ginny la que preguntó quien se las había dado, Hermione sólo sonrió y se fue de allí, en su cama antes de dormir miró el anillo, el cual brillaba demasiado, sonrió y durmió, nunca en su vida había dormido tan bien. 

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